Los alcaldes de Baiona, Bokale, Tarnos y Angelu han hecho pública su reacción ante el simulacro de accidente organizado en el puerto de Baiona y al que, a pesar de haber sido invitados por el prefecto, no acudieron.

En un comunicado conjunto, Jean Grenet, Marie-José Espiaube, Jean-Marc Nat y Jean Espilondo dan cuenta de su «rechazo categórico» al tráfico de nitrato de amonio por el puerto para el que la empresa Yara, situada en Lacq, ha solicitado autorización.

Los primeros ediles de las localidades adyacentes al recinto portuario empiezan por quejarse de la opacidad con la que se ha llevado el tema, así como «la falta de respeto hacia los electos y la población en el proceso de decisión» del que han sido marginados totalmente.

Afirman que todos están a favor del desarrollo comercial e industrial del puerto, pero que éste no debe hacerse «en cualquier condición y a cualquier precio».

Diez años del fatal accidente

Se refieren al accidente de la empresa AZF de Toulouse, del que acaban de cumplirse diez años y en el que, precisamente, una explosión de nitrato de amonio causó 30 muertos y centenares de heridos y arrasó varios edificios industriales y residenciales. Por ello, constatan que «no se dan las condiciones de seguridad para que una materia tan peligrosa transite por el puerto, menos aún cuando una empresa con la calificación `Seveso' linda con la zona de descarga de los convoys de nitrato de amonio».

Además, citando el caso de Port-la-Nouvelle, por donde transitan actualmente antes de dirigirse hacia países del Magreb y de África subsahariana, manifiestan que ese puerto está adaptado a este tipo de tráficos.

Por contra, estiman que el de Baiona no está preparado. Como ejemplo de ello, mencionan el hecho de que los equipos de socorro no se encuentran en el mismo recinto sino que deben atravesar el Aturri para acceder al puerto.

Los cuatro alcaldes también rebaten los argumentos económicos y de garantía de conservar el centenar de empleos en la fábrica de Pardies (Lacq) aducidos por Yara y algunos electos de esa comarca bearnesa.

No ahorraría tanto

Evocan que la empresa pertenece al grupo Norskhydro que ya antes cerró una (Socadour) en la zona industrial de Tarnos con la correspondiente pérdida de empleos y aseguran que lo que Yara prevé ahorrar haciendo pasar el producto químico por Baiona (300.000 euros) no pone en riesgo la empresa que «acaba de anunciar una previsión de 330 millones de beneficios para 2011 y un aumento del 34,70% de su facturación».

En base a todo ello, han pedido «solemnemente» al Consejo Regional de Aquitania, propietaria del puerto, que se «oponga a dicho tráfico».