Ayer, de nuevo, quedó en evidencia que miles de bilbainos apoyan y defienden la diversidad creativa y cultural del proyecto de Kukutza, a pesar de que desde las instituciones se niegue tal realidad. Unas 10.000 personas, según los convocantes, participaron ayer a la tarde en una manifestación desde la delegación del Ejecutivo de Lakua en Bizkaia hasta el Consistorio bilbaino para denunciar «la persecución y acoso» a los movimientos y personas que trabajan por «la construcción de alternativas sociales y sueños de un mundo diferente y mejor».

Tras una pancarta con el lema ``Denok gara Kukutza'', marcharon personas de todas las edades, muchas de las cuales portaban banderas naranjas, vestían de ese mismo color o simplemente llevaban una peluca. Entre el sonido de la txalaparta y de la trikitrixa echaba a andar la movilización al grito de ``Kukutza aurrera!'', a la que se fueron sumando a lo largo del recorrido desde las aceras cientos de personas solidarias con la causa.

``Hemen gaude Kukutzaren alde'', ``Kukutzatik ez dira pasako'' y ``menos Policía más trabajo'' fueron algunas de las primeras consignas que se corearon mientras la manifestación avanzaba por una de las principales arterías de la capital vizcaina, vigilada por tres furgonetas de la Ertzaintza en la cabeza y otras dos en la cola.

Poco a poco, los manifestantes fueron caminando sin dejar de corear nuevas consignas, como ``ésta torre la vamos a ocupar'' -en referencia a la Torre Iberdrola que está a punto de ser inaugurada-, o ``Azkuna capullo Bilbao no es tuyo'', ``menos batzokis más gaztetxes'', ``gure etxea gaztetxea'', ``okupazioa'' y ``Ayuntamiento miento, miento, miento''.

A la altura del palacio foral, una batukada se sumaba a la marcha, lo que animó aún más a los participantes y dio lugar a nuevos mensajes, como ``especuladores parásitos sociales'' y ``vamos a ocupar Sabin Etxea''. Mientras la ``milla de oro'' de Bilbo veía cómo los neones de los escaparates de los comercios se apagaban, el ánimo de los manifestantes iba creciendo, al ver a la altura del puente del Ayuntamiento la magnitud de la movilización. ``Luego diréis que somos cinco o seis'', ``no hay gaztetxes para tanta gente'' y ``hurrengo gaztetxea Bilboko udaletxea'' fueron las nuevas consignas que se sumaron al repertorio reivindicativo.

Tampoco faltó la demanda de libertad para los dos antifascistas alemanes -Flo y Rafi- que hace una semana la titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Bilbo envió a prisión y que su abogado y el cónsul tratan de que sean liberados.

En las escalinatas de la casa consistorial, portavoces de las decenas de agentes políticos, sociales y sindicales no perdieron la ocasión para agradecer el apoyo de más de 180 colectivos.

En el mensaje final, exigieron la dimisión del alcalde, Iñaki Azkuna, y su equipo, así como del consejero de Interior, Rodolfo Ares, como responsables directos de lo sucedido la semana pasada en las calles del Botxo. Pidieron responsabilidades políticas «ante una semana negra», que achacaron a los jueces, los políticos y los mandos policiales, «que nos ha dejado la imagen congelada de un estado de excepción y sitio, utilizada como justificación a su injustificable actuación».

Además, insistieron en su «perplejidad e indignación» porque los responsables municipales se nieguen al diálogo.