Extracto del discurso del lehendakari
Bases para la unidad, la concordia y la convivencia
1.- Euskadi es una sociedad plural en los planteamientos políticos y diversa en las identidades de su ciudadanía. Por lo tanto, reconocemos, respetamos y garantizamos la libertad de las diferentes identidades, como un elemento constitutivo de la sociedad vasca.
2.- Queremos seguir viviendo juntos. No podemos construir el futuro unos contra otros: el “derecho a convivir” es la expresión de la voluntad de pertenecer a la misma comunidad. Sólo la tolerancia hacia las posiciones del “otro” hace posible compaginar el derecho a seguir juntos y el derecho de cada uno de reivindicar su propia identidad.
3- El relato es la dimensión pública de la memoria. Un relato veraz de lo ocurrido crea una conciencia pública que asume lo ocurrido sin justificaciones y sin diluir responsabilidades. Miramos al futuro pero construimos el país sobre la memoria de la violencia padecida para que no vuelva a suceder.
4. Queremos reconocer de manera pública el dolor que ha dejado el terrorismo, ofreciéndoles el espacio público que merecen.
5.- El sistema democrático es la única vía para la convivencia. Sólo asumiendo sus principios, sus valores y sus reglas podemos acordar la gestión de nuestras diferencias y los pactos para la convivencia futura.
6.- El final definitivo de ETA sigue siendo un objetivo irrenunciable. Y por ello todos exigimos a ETA, de forma pública y tajante, que deje todas las actividades terroristas y que se disuelva sin contrapartida ni condición.
7.- Pedimos a los presos condenados, o en espera de juicio, por delitos de terrorismo que rompan decididamente y de forma pública con ETA y asuman la legalidad penitenciara para que sea posible su reinserción social y recuperación para la vida democrática.
8.- Proponemos una orientación consensuada, dinámica y flexible de la política penitenciaria de la forma que mejor propicie la superación del ciclo terrorista. Dicho consenso, basado siempre en el objetivo de la reinserción, contemplará, entre otras cuestiones, el acercamiento progresivo de los penados, siempre y cuando favorezca esa reinserción.
9.- Todas las sensibilidades políticas que aceptan el sistema democrático y asumen el cumplimiento de la legalidad, deben tener un reconocimiento legal.
10.- Reafirmamos nuestra voluntad de construir un país de ciudadanos y ciudadanas libres, sustentado en valores democráticos y en los derechos humanos, como guía para una sociedad vasca que quiere vivir en paz y en libertad.