UEFA Europa League
«¡Athleeetic, carajo!»
Bielsa parece que va dando con las teclas y anoche los rojiblancos volvieron a mandar por completo un partido contra un PSG que propone todo lo contrario que los leones. Esta vez el resultado sí acompañó al juego y la comunión con la grada fue, por fin, total.
ATHLETIC 2
PSG 0
Joseba VIVANCO
En 1990, cuando los leprosos de Rosario ganaron el campeonato con Marcelo Bielsa como técnico, se le oyó gritar, aupado a hombros de un hincha, «¡Newell´s, carajo!». Veinte años después, tras una importante victoria ante Ecuador del combinado chileno que él dirigía, un periodista le preguntó si algún día entonaría también el «¡Chile, carajo!». El rosarino respondió: «Aunque ustedes no lo crean, he madurado. Tengo la antipática necesidad de ser sincero: difícilmente quiera a una camiseta más que a la de Newell´s». Anoche, al finalizar el partido en San Mamés con la tan ansiada y necesitada victoria para los rojiblancos, quién sabe si El Loco, en su fuero interno, se confesó enrabietado: «¡Athleeetic, carajo!».
Amagó de salida el PSG -que dejó en el banquillo a cuatro titulares- con una jugada que lamió el área pequeña de Iraizoz, pero pronto el Athletic le empezó a echar oficio y dejar claro quién mandaba en San Mamés. Y vuelta a lo que ya nos están acostumbrando los de Bielsa desde el inicio: robo, combinación rápida y hacia la meta rival.
Para cuando llevaban seis minutos de juego, Llorente ya la había rondado en tres ocasiones, con balones templados de Iraola y Susaeta enviados desde la banda, como quiere el argentino. Por momentos, la velocidad la ponía el Athletic y no el PSG. En la línea de tres cuartos, Muniain, De Marcos e incluso Gabilondo viniéndose hacia adentro, sorteaban el 4-2-3-1 francés, un equipo que ataca con poca gente, que juega al tran-tran hasta que el balón le llega a un Pastore que trate de poner el punto de genialidad en un conjunto muy previsible.
De nuevo, el Athletic mandón
De nuevo no fue un Athletic del «a mí Sabino que los arrollo» de Belauste. Sino que de nuevo quiso mandar, como contra el Villarreal, pero sin perder de vista su retaguardia. Con Javi Martínez ejerciendo no ya de bombero en la retaguardia, sino de fontanero en la medular. Con un De Marcos muy entonado y currante, Muniain a lo suyo, y la banda derecha de Iraola y Susaeta haciendo virguerías. Los rojiblancos se gustaban, sobre todo de medio campo hacia arriba, esperando que ésta fuera esa gran noche, que decía Gurpegi.
El Athletic fue horadando la resistencia rival, minándola... hasta que en el minuto 20, balón por el carril derecho que deja pasar De Marcos para que Llorente le devuelva de pared, el alavés bombea casi desde el fondo del campo, Llorente no llega, pero sí la afinada zurda de Gabilondo, que la destroza cruzándola al fondo de la red. Golazo. Segundo suyo en esta semana. La Catedral en pie. Justicia.
En los siguientes minutos este Athletic demostró que se gusta. Como en otra jugada de tiralíneas con Muniain y De Marcos como protagonistas, que este último envió alta. Pero también que se despista. Cuando el partido alcanza esa media hora de juego maldita, de repente se ausenta y el rival se crece.
La puntilla, el segundo gol
El PSG cogió aire y aprovechó espacios en la defensa, creando verdadero peligro que Iraizoz tuvo que abortar, incluso saliendo de su área. Nené silenció San Mamés con un libre directo que lamió el larguero. El Athletic perdió el sitio y fueron los parisinos quieres tomaron el mando. Muniain seguía cometiendo el error de perder el balón y permitir sus vertiginosas contras. «Lo más importante es no perder el balón», es la máxima del Barça. Y el Athletic lo perdió.
Minutos de zozobra en los que los rojiblancos decidieron hacer de PSG y jugar a la contra. Y ahí también se sintieron cómodos, lo que no evitó que por enésima vez un ataque de los leones que muere ante el área rival, acabe de repente ante la de Iraizoz sembrando peligro. Como la que tuvo Bodme, que se fue arriba; o Tiené, el lateral zurdo marfileño que se cruzó el área para rematar también alto.
Y en esas, balón robado en medio campo, Aurtenetxe emula a Argote, templa al área, a Llorente se le queda larga y al segundo palo aparece Susaeta para cruzársela a Douchez. Gol. Era el minuto 45. San Mamés en pie, agitaba sus bufandas.
Desaprovecharon la expulsión
Arrancó la segunda mitad con los locales volviendo a ser los primeros en chutar a puerta, esta vez Llorente, como manda la primera regla no escrita del fútbol. Pero pronto contestaron los franceses, con dos balones del inquieto Erdinç. Hasta que los rojiblancos decidieron otra vez tener la pelota. Y tenerla, supone que el contraria no la tiene y te hace faltas. Como un impotente Sissoko que la tenía tomada con Muniain. Y en un robo de balón de Gabilondo a un desaparecido Pastore, Muniain catalizó la contra y el francés le frenó en seco, protestó y se llevó la segunda. A la calle.
Como se fue al banquillo un desilusionante Javier Pastore, al que San Mamés parece que le quedó grande. Su entrenador decidió sentarlo al poco de quedarse con uno menos. Para recomponer líneas y para darle un inmerecido descanso.
A partir de ahí, minutos por delante para los de casa, para matar el partido con un tercer tanto que les diera tranquilidad a ellos y a la grada. Porque el PSG no renunció a la meta de Iraizoz y si su defecto está en que apenas elabora el juego que propone, su peligro radica en su verticalidad. Y durante el partido habían creado no pocos quebraderos de cabeza a la dupla de centrales formada por Amorebieta y Ekiza. Hasta Llorente tuvo que echar una mano, robar una pelota casi en su área chica y salir con ella hasta medio campo, controlada, para deleite del público. Como la diablura que hizo el gaucho Muniain y que luego erró en el tiro sólo ante el meta rival.
Llegaba el Athletic, pero no mordía. Rondaba pero no entraba a matar. No había remates limpios. Siempre había algo que lo ensuciaba. Pero mandaban. Y tenían la pelota, que siempre es la mejor defensa. Y si se perdía, para eso estaba ahí Javi Martínez. Porque Bielsa parece que ya ha dado con las teclas. Y cada cual juega ya en su sitio. Y bien.
Hasta el final fue un claro dominio local, sin frutos y con poca claridad de ideas, pero en prolongada comunión con el público, que se volcó, cantó y vitoreó como sólo él sabe al de Aiegi o Muniain cuando fue cambiado. Suficiente. Y ahora, con este juego, a por la Real.
Una treintena de hinchas del PSG convirtieron la calle Pozas en una pequeña batalla campal. Fue unas tres horas antes del encuentro, cuando un grupo de aficionados franceses lanzaron sillas contra los cristales de los locales comerciales y agredieron a varias personas. La Ertzaintza realizó varias cargas. Varios jóvenes del Athletic resultaron heridos y al menos ocho detenidos, de ellos seis franceses, uno por agredir a un agente. Una hora antes del encuentro, hasta once furgonetas de la Ertzaintza custodiaban la entrada por donde debía acceder los ultras del PSG. A esa hora, a apenas cincuenta metros, varios jóvenes `cazaban' a dos chicos que caminaban hablando en francés y que tuvieron que refugiarse tras el cordón policial, mientras uno de los agresores trataba de arrebatarle la cámara a un miembro de ETB que había grabado la agresión. Los dos jóvenes fueron atendidos con heridas leves. Al cierre de esta edición en una llamada a este diario se informaba de que un seguidor del Athletic se encontraba en estado de coma. J.V.
Los austríacos del Salzburgo se impusieron por 3-0 a un flojo Slovan, que parece será colista del grupo. Serán los de la ciudad de Mozart quienes rindan visita a San Mamés en la próxima jornada europea. Un triunfo de los rojiblancos encarrilaría su pase a la siguiente fase.
Además del viaje oficial que el Athletic e Iberia programan para cada desplazamiento europeo del Athletic, aquellos aficionados que busquen algo más económico tienen dos alternativas para viajar al próximo partido fuera, el de Salzburgo, el 3 de noviembre. Por un lado, la Peña Deusto organiza un desplazamiento de cuatro días en autobús litera. El precio es de 235 euros. De otro, la web Aupaathletic.com programa tres opciones, con precios que van de 790 euros con viaje turístico de 7 días a 380 con viaje en autobús litera y noche de hotel.