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SEGUNDA B Osasuna Promesas

Imberbes bodas de plata

El filial rojillo afronta su 25ª temporada consecutiva en Segunda B con una plantilla rejuvenecida.

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Amaia U. LASAGABASTER

25 temporadas consecutivas cumple Osasuna Promesas en Segunda B. Las tres y media últimas con Miguel Merino al frente que, tras su paso por el primer equipo rojillo en su etapa de jugador, regresó a Tajonar para dar sus primeros pasos en los banquillos.

Con éxito, porque el filial osasunista ha ido mejorando su rendimiento año a año. Y, por ahora, no parece que la progresión vaya a parar. Al menos las primeras jornadas están resultando ilusionantes para el Promesas que, con una sola derrota a sus espaldas y tras haber enlazado dos empates y tres victorias, se sitúa a un solo peldaño de la zona de play-off. «Creo que ahora mismo somos uno de los equipos a mejor nivel -asegura Merino- y eso nos ha permitido tener un colchoncito de puntos respecto a los que están abajo que nos sirve para tener tranquilidad. Hemos empezado con buen pie, a pesar de haber tenido muchas incorporaciones y de los jugadores que se han ido».

Y es que el Promesas celebra sus bodas de plata en la categoría con una plantilla totalmente rejuvenecida. Jugadores como Zabal, Molo, Barranco o los ascendidos Annunziata o Timor han tenido que hacer las maletas, dejando el testigo en manos de una nueva generación. Pero mientras otros proyectos con un inicio de temporada más irregular se escudan en la necesidad de tiempo para culminar la adaptación, en Tajonar ya se ha superado esa fase. De hecho, Merino considera que, junto a «la ilusión que tienen los jugadores», la clave del éxito de su equipo pasa en buena medida por «lo rápido que se han adaptado las nuevas incorporaciones, sobre todo porque los que estaban ya del año pasado han ayudado muchísimo para que los nuevos se integren y cojan la dinámica, no sólo del estilo de juego, sino del club. Les han acogido fenomenal y estoy convencido de que todos los que han venido están muy a gusto. Tenemos un grupo humano muy importante y creo que esa es la mejor base sobre la que se puede cimentar el proyecto».

De la casa

En esa nueva camada de rojillos hay unos cuantos jugadores foráneos, algo que ya no resulta inhabitual en Tajonar. «A todos nos gustaría que Osasuna Promesas tuviera todos los jugadores navarros. Pero ahora mismo sería difícil que el equipo mantuviera el nivel de Segunda B y se enfrentara a plantillas como las que nos enfrentamos sólo con jugadores navarros. Además, estos futbolistas que llegan a nuestra disciplina se adaptan perfectamente a nuestra forma de jugar, entienden lo que es el club y se forman en nuestra cantera. Al final también son jugadores de la casa».

Como, precisamente, los dos últimos en ascender al primer equipo, Timor y Annunziata. Un salto del que Merino, como entrenador del filial, se siente «muy orgulloso. Es muy bonito que cualquier jugador del filial suba al primer equipo y si además han estado trabajando contigo el saborcillo es más dulce», admite el técnico. Algo que, de todos modos, no sucede tan a menudo como antaño. «Es difícil, el salto de Segunda B a Primera es muy importante -argumenta-. Y también depende del tipo de entrenador del primer equipo. Hay casos que son casi de cajón, como Javi Martínez, Raúl García, Monreal, Azpilikueta... Pero es muy difícil que todos los años salgan jugadores extraordinarios como esos. Evidentemente, si hay jugadores de este tipo, el entrenador que esté en el primer equipo los va a subir pero en otros casos, la apuesta es arriesgada», asume.

Lógicamente, el camino sería más sencillo si el Promesas ascendiera a Segunda A -un sueño que ha rondado en tres ocasiones-, pero Merino, pese al gran inicio de temporada, aboga por «mantener los pies en el suelo. Es un logro que está al alcance de muy pocos. El Barcelona, el Villarreal... tienen filiales muy potentes, porque tienen un presupuesto importantísimo destinado a la cantera. Para el resto es muy difícil».

El objetivo, en el caso de los rojillos, no pasa por el ascenso, sino, sobre todo, por «formar a los futbolistas, enseñarles a competir». Y en el aspecto clasificatorio, por «mantener la categoría. La Segunda B es una buena categoría para nosotros porque puedes formar jugadores en el aspecto futbolístico y también mental porque juegan contra jugadores muy experimentados y con calidad». De momento, va por buen camino.

La jornada

Goleadores. Diego Cervero (Logroñés), Joaqui (Arandina) y Pablo Infante (Mirandés), que anotó por partida doble ante el Bilbao Athletic, encabezan la tabla de artilleros con cinco dianas. Les siguen Sendoa (Alavés) y, tras su tanto en Santa Ana, Etxaniz (River), ambos con cuatro. Al nutrido grupo de futbolistas con tres goles, en el que ya se encontraban Altuna (Eibar), Iñigo Rodríguez (Sanse), Ibai (Bilbao Athletic) y Sellarés (Real Unión), se suman esta jornada Roberto Torres (Osasuna), Geni (Alavés) y Angulo (Real Unión).

Rachas. Punto y aparte merece la del Mirandés, que no ha perdido aún y sigue sin encajar un solo gol. Pero tampoco están mal las de Osasuna, con tres victorias y dos empates en las cinco últimas jornadas, y Amorebieta, que ha encadenado dos triunfos y dos empates. En el lado negativo, el River sólo ha sumado un punto -curiosamente, ante el líder- en cuatro jornadas. De récord Segoviana y Burgos, con cinco derrotas consecutivas.

Infortunio. El del Bilbao Athletic en Anduva y no sólo por la derrota. El filial rojiblanco, que ya había viajado con la baja de Saborit por lesión, acabó con otros dos jugadores en la enfermería: Ramahlo y Peña. La lesión de éste llegaba cuando José Ángel Ziganda ya había realizado los tres cambios, lo que dejó al equipo con diez hombres en el campo. Y se redujeron a nueve en los últimos minutos, con la expulsión de Ruiz de Galarreta.

Madera. Los palos tuvieron protagonismo. Ubis (Amorebieta) fue el primero en estrellar un balón en la madera, aunque su equipo no tuvo que lamentarlo. En Anduva, Iurrebaso (Bilbao Athletic) envió al palo un córner de Ibai. La palma se la llevó el Lemona: primero fue Cuadrado el que desvió al poste un remate de Rebollo y después Chopi el que envió un cabezazo al palo.

Rojo. La jornada se saldó con dos expulsiones, ambas por doble amarilla y en los últimos minutos. Fachán (Alavés) vio la roja en Mendizorrotza y Ruiz de Galarreta (Bilbao Athletic) en Anduva.

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