GARA > Idatzia > Iritzia> Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

¡Que vienen los vascos!

A la prensa derechosa le ha sentado mal la amplia unidad de fuerzas abertzales de izquierda cuya presentación tuvo lugar el domingo en Iruñea.

Ayer «El Mundo» dedicaba una flecha de su apartado «Vox populi», por supuesto hacia abajo, al coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, por haber afirmado en el acto del Baluarte «que su discurso de campaña se centrará en el `derecho a decidir'», y comentaba: «como si no hubiera problemas más acuciantes». Es decir, que las vascas y vascos no saben cuáles son sus problemas más acuciantes y se los tienen que indicar los de Pedro J., a quienes no se les ha ocurrido que la mejor manera de solucionar los problemas más acuciantes de los vascos es siendo dueños de su futuro.

En «Libertad Digital», Agapito Maestre se mostraba alarmado por la situación de España, y su preocupación se debe sobre todo precisamente a las expectativas de la coalición abertzale de izquierda. Bajo el título «Refundación del terrorismo», comienza su pieza de modo apocalíptico: «La coyuntura es trágica». Los españoles, dice, tienen una gran carencia: «la base nacional parece haber desaparecido». Y pasa a relatar lo que «nos jugamos en estas elecciones del 20-N: la desaparición definitiva de ese lugar común, del Estado-nacional. (...) Nos jugamos la posibilidad de que un gobierno con fuerza sea capaz de plantarle cara a quienes quieren sacrificar definitivamente a España como Estado nacional». Ya se imaginan a quién se refiere, verdad?

Y seguidamente pide, cómo no, el voto masivo al PP: «dos asuntos serán decisivos: por un lado, si el PP no obtiene mayoría absoluta, olvídese de cualquier oportunidad para reconstruir el Estado nacional desde la derrota y fracaso del actual modelo territorial de España». El segundo asunto, en efecto, es el que las lectoras y lectores se imaginan: «Por otro lado, si el partido Bildu-Eta obtiene representación parlamentaria, y así lo prevén todas las encuestas que algunos analistas políticos celebran con `alegría estúpida', entonces los asesinos de ETA habrían logrado lo que nunca tuvo un grupo criminal en el mundo: representación parlamentaria en la `nación' que matan».

Y continúa el desvarío que deja clara su condición de demócrata de ésos partidarios de la democracia orgánica, ésa que pasa por encima de la voluntad de los ciudadanos e ilegaliza a quien molesta.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo