Montanier tiene dos semanas para intentar recuperar a los tocados y bajos de forma o para buscar alternativas
El mal comienzo de jugadores básicos perjudica al colectivo
El derbi reiteró el bajo rendimiento en los últimos partidos de titulares importantes como Griezmann, De la Bella, Demidov y Zurutuza.
Joseba ITURRIA
El mal partido de la Real ante el Athletic ha decepcionado a su afición y ha reiterado el problema que en un juego colectivo representa el mal momento de jugadores básicos en el esquema de Philippe Montanier.
Lo más positivo es que pese a las dos últimas derrotas la Real se mantiene novena en una clasificación en la que se empieza a confirmar lo esperado. Hay siete equipos que por su presupuesto tienen que estar arriba -sólo el Atlético y, en mayor medida, el Villarreal se han quedado desenganchados en estas primeras jornadas- y el resto deberá luchar en principio por la permanencia, con dos recién ascendidos como Levante y Betis que han adquirido ya unos puntos muy importantes en esa pelea.
En esa disputa la Real está bien posicionada, aunque podía encontrarse mejor, a pesar del hándicap que representa adaptarse a un nuevo estilo de juego con jugadores básicos lejos de su mejor momento. Demidov, el hombre elegido por Montanier para ser el jefe de la defensa, se ha visto superado con facilidad en los últimos partidos por los delanteros rivales. De la Bella, el único lateral izquierdo específico de la plantilla, ha comenzado mal la temporada. La defensa no es su fuerte y además en ataque no ha aportado apenas cuando tiene calidad y físico para ello.
Griezmann y su ansiedad
El catalán acusa también el bajón experimentado en unas pocas semanas por Griezmann, que llegó físicamente muy bien del Mundial sub'20, pero en los últimos partidos ha ido a menos y se muestra muy desacertado. Además de la falta de vacaciones no le ayuda la ansiedad por querer congraciarse con su afición tras su triste polémica.
Otro jugador clave como David Zurutuza está muy flojo a nivel físico y de juego. Es un jugador que las dos últimas temporadas garantizaba una hora muy buena de juego a una altísima intensidad y este año juega más minutos y rinde menos y a una intensidad menor en una posición diferente.
Joseba Llorente tampoco está al nivel del inicio de la pasada temporada y Vela e Ifrán han tenido problemas físicos y eso limita el potencial de un equipo que hasta el momento vive gracias al buen inicio de Bravo, Iñigo Martínez, Illarramendi y Agirretxe, a la intermitencia de Mariga y a las aportaciones más o menos esporádicas de su banda derecha, con el gol de Estrada que valió los tres puntos ante el Granada y las asistencias de Xabi Prieto y Carlos Martínez.
Montanier ha utilizado ya a todos los jugadores de campo menos al cuarto central, Ansotegi, y a los dos medios centros que han tenido problemas físicos importantes, Markel y Elustondo. De los que no han entrado en el once ideal, Mikel González, Aranburu y Cadamuro han sido los que mejor han respondido en el inicio liguero y Montanier debería plantearse recurrir a ellos para sustituir a los titulares que peor están. Pero lo más importante es que se recuperen cuanto antes estos jugadores básicos porque el colectivo al final se resiente.
Vuelta a Zubieta
Los realistas volverán a los entrenamientos a las diez de esta mañana en Zubieta sin los internacionales, con dos semanas por delante para preparar el partido del domingo 16 en el campo del Zaragoza (16.00). El amistoso de mañana a las cinco en Zarautz con Osasuna permitirá a Montanier ver en acción a los que han actuado menos. También se comprobará si Carlos Vela y Diego Ifrán están recuperados de los problemas que les impidieron jugar el derbi.
Por otra parte, también se conoció ayer el horario del próximo partido de Anoeta, que se jugará el domingo 23 a las cuatro de la tarde contra el Getafe. Tanto el partido de los maños como el que enfrenta a los madrileños serán importantes por tratarse de rivales directos y porque después empezarán a pasar por el estadio equipos importantes como el Real Madrid.
Philippe Montanier llegaba a Donostia con la intención de desarrollar un estilo de juego basado en la posesión de balón y, cuando se perdía, en una presión desde las posiciones más adelantadas para recuperarlo, para lo que se apoyaba en una defensa adelantada para reducir espacios. Contra el Athletic, aunque condicionada por el calor, la Real se alejó mucho de este estilo de juego y ni tuvo el balón ni presionó adelante para recuperarlo, lo que planteó problemas con su defensa adelantada y los errores tácticos cometidos por defensas y centrocampistas.
La Real estuvo más cerca de esa forma de jugar en Gijón en la primera jornada que en la sexta y eso es lo preocupante, porque la tendencia debería ser la contraria. En el fútbol hay tantas formas de jugar como entrenadores, pero lo importante es definirla. No se puede jugar con la defensa adelantada sin presionar al jugador que tiene el balón, porque las posibilidades de ser superados por rivales que llegan desde la segunda línea son muy grandes. Sucedió en los primeros tiempos contra el Barcelona y ante el Athletic, que fueron muy similares en cuanto a desarrollo y actitud de los jugadores blanquiazules.
El segundo tiempo contra el Barcelona y los primeros veinte minutos de la segunda parte contra el Athletic demostraron que la Real es mucho más competitiva cuando adelanta líneas y es más valiente. Su fuerte es la calidad ofensiva de sus jugadores, incluidos los defensas, y cuanto más cerca estén todos del área rival más peligrosos son. Cada vez que la Real ha presionado al rival y ha sido ambiciosa ha necesitado muy poco para marcar goles porque tiene mucha calidad y talento arriba. Cuanto más atrás está el equipo más vulnerable es porque hasta los centrales sufren mucho más sin balón que con él. Este equipo necesita dar un paso adelante y apostar por la idea original de Montanier. Joseba ITURRIA