Las palabras del ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, en la reunión de los ministros de Economía de la eurozona, refiriéndose al orgullo griego para asegurar que su país hará frente a sus «dificultades estructurales» pueden resultar más o menos retóricas, pero no se ven respaldadas por un argumento fundamental como son los números, que ponen más que en duda la recuperación del país heleno a corto plazo. Mientras la UE, el BCE y el FMI estudian las decisiones a tomar sobre el rescate de Grecia, los datos económicos revelan la continuidad de la recesión y que, a pesar de los duros recortes aplicados, el déficit, el gran enemigo que la UE y el FMI tratan de combatir con esos recortes exigidos a Grecia, los objetivos no se cumplen y precisará más dinero. De momento, hay nuevas medidas anunciadas por el Gobierno. Los gestores de la eurozona, del FMI, del propio Gobierno griego dirán que la Economía es una ciencia compleja y no conviene frivolizar. Ciertamente, la economía es una disciplina compleja, sobre todo a esos niveles; sin embargo a quien deben explicárselo es a los trabajadores griegos que han perdido hasta un 40% de su poder adquisitivo y probablemente perderán un porcentaje mayor; o al más del 15% de parados... Que se lo expliquen a los sindicatos para que desconvoquen la huelga general de mañana y las demás movilizaciones.