El estudio del sistema inmunológico humano es el ámbito común de investigación de los tres galardonados ayer con el premio Nobel de Medicina: el estadounidense Bruce Beutler, el francés de origen luxemburgués Jules Hoffmann y el canadiense Ralph Steinman, que falleció el pasado viernes a los 68 años de edad víctima de un cáncer de páncreas.

Poco después del anuncio del Comité Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo, la Universidad Rockefeller de Nueva York, donde trabajaba Steinman, anunció que éste había muerto. El centro explicó que el biólogo celular fue capaz de luchar contra el cáncer y prolongar su vida mediante la aplicación de los resultados de su investigación.

La mitad del premio en metálico (cuyo monto total es de algo más de un millón de euros) recayó en los dos primeros científicos por «sus descubrimientos relacionados con la activación de la inmunidad congénita», informó el instituto.

El resto, en teoría, estaba destinado a Steinman por «su descubrimiento de la célula dentrítica y su papel en la inmunidad adaptativa», pero su repentina muerte, que la academia sueca desconocía, dejó la concesión del galardón en suspenso porque según los estatutos de 1974 los premios no pueden concederse a título póstumo a a no ser que el galardonado muerta en el periodo transcurrido entre la concesión y la entrega.

La Fundación Nobel decidió a última hora de ayer mantener la concesión del premio a Steinman, según informó Efe, ya que la noticia de su fallecimiento no se conoció hasta unas horas después del anuncio del galardón y consideró que el Comité Nobel de Medicina actuó de «buena fe» y respetando el espíritu de los premios.

Steinman nació en 1943 en Montreal. Trabajó desde 1988 como profesor de Inmunología de la Universidad Rockefeller y hasta su fallecimiento ejercía como director del Centro de Inmunología y Enfermedad Inmunológicas de ese centro.

Hace cuatro años le fue diagnosticado un cáncer pancreático y hasta el día de su muerte se sometió a una inmunoterapia basada en sus propios descubrimientos, lo que le permitió prolongar su vida.

El presidente de la Universidad Rockefeller, Marc Tessier-Lavigne, resaltó que las investigaciones de Steinman han supuesto «la base para muchos descubrimientos en el campo de la inmunología». Su trabajo «ha permitido nuevas aproximaciones innovadoras en el tratamiento del cáncer, las enfermedades infecciosas y los fallos en el sistema inmunológico», afirmó.