Seis jornadas de Liga y 98 miunutos jugados, ninguno saliendo desde el vestuario como titular, sino desde el banquillo, y lo máximo que ha podido reivindicarse ante Bielsa han sido los 25 minutos ante el Villarreal, si exceptuamos los 45 que tuvo ante el Trabzonspor en La Catedral. El gasteiztarra Gaizka Toquero se ha convertido en el futbolista número 12 no sólo del Athletic, sino el más utilizado como recambio en el global de la Liga BBVA, por delante de los malacitanos Maresca o Rondón. Una condición que, cómo son las cosas, la campaña pasada le correspondió al hoy titular Igor Gabilondo.

Si con Caparrós había titulares más que indiscutibles, como Fernando y su `Llorentedependencia', el `percherón' Javi Martínez y ese `genio de la transpiración' como alguien le definió a Toquero, con la llegada de Marcelo Bielsa al banquillo de San Mamés este equipo ha dejado de tener jugadores imprescindibles; los imprescindibles son ahora todos en su conjunto.

En Argentina saben bien que El Loco no es amigo de los protagonismos ni de los egos, odia incluso a los jugadores porque son los que fastidian después lo que su privilegiada mente futbolera ha diseñado.

Se ha hablado mucho de la presunta pérdida de protagonismo de Llorente en este nuevo estilo, pero menos del papel secundario o casi terciario que ha pasado a ocupar el `lehendakari' de la afición. Las últimas dos temporadas, Toquero lo venía jugando casi todo, 31 y 30 partidos, respectivamente. Era el acople perfecto para su compañero riojano e, incluso, la campaña pasada firmó una segunda vuelta meritoriamente goleadora para lo que eran sus registros habituales. Pero de indiscutible con Caparrós, ha pasado a prescindible con Bielsa.

El sistema de un sólo punta al que se agarra el técnico argentino le ha cerrado el paso. «El día del Werder Bremen, el míster me probó en la derecha y Fernando arriba. Yo creo que en este sistema puedo jugar en más de una posición, bien en el centro o por la derecha más atrás, y pienso que sí somos compatibles», comentaba el propio delantero en una entrevista a primeros de agosto.

Pero las oportunidades que le ha dado Bielsa han sido más bien contadas. Ante el PSG, el rosarino sacó antes a Ibai Gómez que a él; en Anoeta, apenas sí le dio un par de minutos y eso que el cansancio hacía mella en sus compañeros de campo y para muchos el cambio, sobre todo por un desfondado Llorente, debía haberse producido antes. Lo que no se puede reprochar al gasteiztarra es que en los minutos que el técnico le ha dado, ha salido a por todas, casi ha marcado en algún partido y sigue ganándose la gran ovación de San Mamés cuando sale a calentar la banda. Es el jugador número 12 y él lo sabe.