De Sarrionandia he leído su obra traducida al castellano y de una manera muy especial sus poesías. También he leído reseñas y críticas sobre sus libros y he escuchado a muchos amigos euskaldunes comentar su trabajo con entusiasmo. Todos coincidimos en que es un excelente escritor. El jurado de los premios que anualmente concede el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, comparte el mismo criterio y, este año, le ha otorgado, por unanimidad, el Premio Euskadi de Literatura en la modalidad de ensayo. El gobierno del señor López, utilizando una vez más la chapucería con que se constituyó en marzo del 2009, se niega a entregar la cuantía económica que conlleva el premio hasta que Sarrionandia, exiliado desde su fuga de la cárcel en 1985, «regularice» su situación con la justicia española. Y aquí, es cuando entre tanto despropósito vengativo, aparece la fatuidad con que algunos políticos se jactan de su ignorancia, de su incultura y de su escasa medida democrática. El señor Pastor, portavoz del PSE, aseguraba ante los medios, que si él hubiera sido miembro del jurado jamás se le hubiera concedido el premio a Sarrionandia. ¿Por qué? ¿Porque usted no entiende el euskera? ¿Porque su acerbo cultural cabe en un dedal? ¿Porque le cuesta leer dos páginas seguidas de un libro y se arma lío con los conceptos, las palabras y el contenido? ¿Porque Sarri es un reconocido intelectual vasco, comprometido con la causa de Euskal Herria, y la soberbia política no soporta que haya ganado el premio? No me extraña que con personajes tan petulantes y burdos como usted, el PSE se encuentre en la ruina intelectual y camino de perder todas las elecciones.