Otra de las grandes empresas de Nafarroa amenaza con un despido masivo. BSH lanzó una propuesta para eliminar uno de cada cinco puestos de trabajo: 178 personas. Los sindicatos, sin embargo, sostienen que la coyuntura económica no justifica ninguna pérdida de empleo. Ayer comenzó la mediación del Gobierno navarro, cuya actuación está siendo algo tímida hasta ahora. La sede del Departamento de Trabajo acogió una reunión entre ambas partes, pero según indicaron desde el comité de empresa (que lidera Solidari) la voluntad de la empresa para echar atrás los despidos de la empresa es nula.

El Departamento de Trabajo, tras esta reunión infructífera, emplazó a ambas partes a que lleguen a un acuerdo antes del próximo martes. Sin embargo, los escollos a resolver parecen demasiado grandes para que pueda darse una solución en tan poco tiempo. En principio, ayer por la tarde debiera de haberse producido una nueva reunión entre la empresa y los representantes de los trabajadores, pero finalmente se anuló.

El presidente del comité de empresa, Iván Celaya, se muestra rotundo: «El problema es sencillo, hay una oferta de 178 despidos y nosotros no tragamos. Creemos que hemos cedido bastante, que nuestra disposición a contener nuestros salarios, a reducir las jornadas y a medidas de flexibilidad garantiza la viabilidad de la planta».

El viernes pasado se cerró el periodo de consultas. La negociación entre trabajadores y empresa ya dura más de un mes y, hasta ahora, el acercamiento ha sido imposible. «Básicamente, en la reunión de hoy en Trabajo nos hemos limitado a exponer las dos posturas. Avance no ha habido ninguno», comenta el presidente del comité. Por otra parte, medios de comunicación han publicado filtraciones en las que se habla de que varios de los sindicatos del comité empezarían a valorar como aceptable una cifra menor de despidos. Las centrales más favorables serían UGT, CCOO, ATISS y CIO.

Obras para elevar la producción

Los trabajadores aseguran que, con las inversiones que se están realizando en la planta, no hay motivos para un recorte estructural. Más bien, sospechan que lo que busca BSH es sustituir los empleos fijos por puestos eventuales. Según sus datos, la empresa mantendrá una producción de medio millón de frigo- ríficos anuales mientras duren las obras de adaptación. Una vez éstas se hayan completado (en 2013), la planta elevará su capacidad productiva. Para 2015, está previsto que se fabriquen los 800.000 aparatos anuales. Por eso, para los sindicatos toda medida de ajuste debe tener un carácter coyuntural porque, en poco tiempo, van a necesitarse muchas manos para poder poner en marcha la producción. En todo caso, los trabajadores han denunciado que la rebaja actual en el volumen productivo «se debe a una decisión de la propia dirección del grupo».

Para los trabajadores, las medidas de ajuste que el comité de empresa está dispuesto a asumir bastarían para aguantar el menor nivel de producción motivado por las obras de amejoramiento, sin necesidad de enviar a la calle a la quinta parte de la plantilla. Según explicó Celaya, la empresa incluso mejoraría en «competitividad» después de las concesiones.