
El 12 de octubre, dos ofertas de futuro
Coincidiendo con la fecha del 12 de octubre, para algunos festiva y para muchos, a un lado y otro del Atl�ntico, amarga y dolorosa, pero tambi�n reivindicativa, las diferentes culturas pol�ticas que conviven en la sociedad vasca tuvieron oportunidad de exponer su oferta para el futuro de este pa�s. Por un lado, acompa�ando a la Guardia Civil, cuyo recuerdo siempre ser� negro en esta tierra, representantes institucionales y miembros de partidos que se llaman �no nacionalistas� hicieron alarde de espa�olidad, ensalzaron valores castrenses y saludaron a aquellos que permanecen acantonados en sus cuarteles con el �nico objetivo de impedir que los vascos y las vascas seamos lo que queremos ser. Su oferta no cuenta con el aval de la ciudadan�a, por eso apelan al tricornio. Por otro lado, en las calles de Bilbo miles de personas representaron la oferta que hoy d�a sostiene la mayor�a social y pol�tica de Euskal Herria.
Ram�n J�uregui, Elma Saiz, Alberto Catal�n, Roberto Jim�nez, Javier de Andr�s, Javier Maroto, Miguel Buen y todos aquellos que acudieron a los acuartelamientos del instituto armado fueron protagonistas de una fotograf�a del pasado. Con cara de circunstancias, en algunos casos, mostrando aut�ntico fervor, en otros, todos participaron en un alarde militar que convierten en paradoja muchos discursos de esos mismos protagonistas, que utilizan recurrentemente conceptos como paz, violencia o democracia. De paz y democracia no pueden dar lecciones quienes desfilaron entre sus aplausos, mientras que la violencia la llevan en sus genes y la han usado siempre contra este pueblo.
Opuesto al caqui de los militares, el verde de la red Independentistak. La convocatoria del movimiento social tuvo una gran respuesta popular, y fueron muchas las personas que el 12 de octubre se animaron a reivindicar la plena soberan�a de este pa�s. Marcharon, sin desfilar, hacia un futuro lo m�s lejano posible al pasado de la Guardia Civil y de la �Fiesta Nacional�. Ayer se defendieron dos ofertas muy diferentes, dos proyectos divergentes. Y visto el �nimo de unos y otros, est� claro a qui�n le pertenece el futuro.