Gipuzkoa prevé recaudar en 2012 un 4,1% más que este año
El diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, compareció ayer en la Juntas para informar de lo acontencido en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas del pasado viernes. Tras la prolija exposición de cifras -la recaudación de este año será un 6,38% menor de la prevista, pero para 2012 se calcula una subida del 4,1%-, los grupos explicaron su postura en torno a una reforma fiscal que se antoja segura independientemente de lo que hagan en Araba y Bizkaia.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Lo que iba a ser una comparecencia del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano (Bildu), para informar de lo acontecido el pasado viernes en el Consejo Vasco de Finanzas, derivó, como era previsible, en un debate sobre fiscalidad en el que cada portavoz trató de arrimar el ascua a su sardina.
Garitano arrancó su comparecencia ante la comisión de Reglamento, Instituciones y Gobierno de las Juntas Generales destacando que la recaudación tributaria para 2011 en Gipuzkoa será de 3.688,5 millones de euros, un 6,38% menos de lo previsto y un 0,19% superior a las cifras de 2010.
Un excesivo optimismo en las previsiones y la mala situación económica son los motivos argumentados para este error en los cálculos, a lo que se suma el «caso Rover», por el que las instituciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa han de entregar a Madrid lo cobrado a esta empresa en concepto de IVA.
Al respecto, Garitano informó que en el Consejo Vasco de Finanzas se propuso pagar en tres plazos iguales (un total de 434,8 millones a lo largo de 2011, 2012 y 2013) e indicó que Gipuzkoa tendrá que abonar 48 millones en este ejercicio.
En cuanto a las previsiones para 2012, Gipuzkoa espera recaudar 3.838 millones, lo que supone un incremento del 4,1% respecto a 2011, siempre y cuando se acepte el abono en tres plazos del «caso Rover». En el conjunto de la CAV, la recaudación ascendería a 12.116 millones, un 3,64% más que en 2011.
Turno de los grupos
En el turno de los grupos, Rebeka Ubera (Aralar), reclamó al Gobierno foral «valentía» para acometer con la reforma fiscal planteada, mientras que Juan Carlos Cano (PP) hizo bandera de la armonización entre los tres herrialdes y mostró su temor a que «bajo el paraguas de apretar a los ricos se termine apretando a las clases medias».
Rafaela Romero (PSE) denunció que el «veto» de «la derecha» que gobierna en Araba y Bizkaia es el principal obstáculo para la armonización, y trató de atribuir al lehendakari Patxi López la iniciativa de la reforma fiscal, a lo que Garitano replicó recordando que este punto fue expuesto por Bildu en campaña y criticado por el resto.
Markel Olano (PNV), quien asumió que los cálculos de recaudación realizados por el anterior Ejecutivo -presidido por él- no fueron correctos, preguntó si las previsiones de un incremento en la recaudación del 4,1% para 2012 cuentan con el aval de los técnicos, a lo que Garitano respondió que sí. El portavoz jeltzale enfocó su discurso en equiparar las propuestas de Bildu con las medidas adoptadas por el Gobierno español y alertó del riesgo de «desarmonización y fuga de capitales».
Garitano insistió en que la Diputación seguirá adelante con su reforma y situó la pelota en el tejado de los organismos forales de Araba y Bizkaia, augurando que finalmente acabarán sumándose a la reforma porque «no hay ninguna otra vía».
Bildu responde a Adegi
Después de que la patronal de Gipuzkoa alertara el miércoles de la «falta de competitividad» que acarrearía una desarmonización entre herrialdes, Bildu acusó a Adegi de mirar únicamente «su propio interés económico» y subrayó que apuesta porque «Gipuzkoa avance, pero la Gipuzkoa de todos y todas, no la de unos pocos». La coalición recordó que se ha topado «con unas cuentas públicas famélicas» y que «los países del norte, con impuestos mucho más altos y no siempre armonizados, son mucho más competitivos».
Ramiro González, portavoz del PNV en las Juntas alavesas, tachó de «falso» que la Diputación tenga «un agujero de 96 millones», tal y como defiende el diputado de Hacienda, José Zurita (PP). González insistió en que el Gobierno de Xabie Agirre dejó un remanente de 68 millones y acusó al PP de pagar 20 millones más de los que le correspondían a Araba en el caso de las «vacaciones fiscales».
El PNV y el PP sumaron sus votos en el Parlamento de Gasteiz para impedir que saliera adelante una iniciativa que instaba al Gobierno de Lakua y a las diputaciones a elaborar conjuntamente un plan integral de lucha contra el fraude fiscal. Ambos grupos sacaron adelante una enmienda en la que instaron a las diputaciones a que sigan intensificando los esfuerzos de lucha contra el fraude y a que mantengan la colaboración entre ellas y con la Agencia Tributaria del Estado para perseguir a los contribuyentes que defraudan en más de un territorio.
El parlamentario de EB, Mikel Arana, fue quien presentó la iniciativa, posteriormente transaccionada en una enmienda con el PSE-EE, EA y UPyD, más el apoyo de Aralar en algunos puntos. El texto proponía la elaboración de un plan de lucha contra el fraude fiscal en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) «con objetivos definidos y medibles», que incluyera la ampliación de convenios para permitir la interconexión informática de las bases de datos tributarias de las haciendas forales y la Agencia Tributaria del Estado, así como la elaboración de un Plan de Prevención y Detección de Bolsas de Fraude «estableciendo sistemas de alarma mediante medios informáticos y estadísticos».
PNV y PP se negaron a suscribir estas medidas porque consideraron que no respeta el ámbito competencial de las diputaciones, ya que éstas son las encargadas de la recaudación y la inspección tributaria, y no el Gobierno de Lakua. Joana Madrigal (PSE), puso el dedo en la llaga al tachar de «incompetente» la actual inspección tributaria, ya que el fraude en la CAV se cuantifica en unos 2.500 millones de euros anuales. GARA
