Después de la subida acumulada en las semanas anteriores, los inversores decidieron pasar por caja ante las dudas crecientes sobre los resultados de la cumbre europea del domingo. Además, Alemania volvía a reiterar su postura nada optimista respecto del encuentro, algo que inquietó todavía más a las bolsas, ya de por sí presionadas por la pinza formada por la crisis de la deuda soberana y los débiles datos de crecimiento económico, anticipo de una posible entrada en recesión. La zozobra fue especialmente severa en el sector bancario, dada su elevada exposición a la deuda griega, sobre todo en los casos del Estado francés y Alemania. Por el momento, y a la espera de que se confirme, ya se ha puesto cifra, en torno a los 100.000 millones, a la recapitalización de la banca con el objeto de mitigar la quita de la deuda griega. Así las cosas, y con Wall Street también en números rojos, el Ibex cedió un 2,73%. Hoy empezará la sesión con 8.608,20 puntos. La desilusión por la falta de un criterio común en Europa también castigó al resto de plazas europeas. Fráncfort retrocedió un 2,49%, París un 2,32% y Londres un 1,21%. En el Ibex sólo escaparon de las pérdidas Inditex (+2,17%) y Ebro Foods (+0,32%). Los mayores descuentos correspondieron a Mapfre (-5,76%), BBVA (-4,93%), OHL (-4,84%) y Santander (-4,80%). En total, trece valores cedieron más de un 3%. En París, el daño al sector financiero fue más notorio. Société Génerale se dejó un 7,63%, Crédit Agricole un 6,67%, AXA un 6,44% y BNP Paribas un 5,84%. Los títulos de Pernod Ricard (+2,18%) destacaron entre los cuatro ganadores.