Mikel Aranburu no es un capitán cualquiera. El azpeitiarra así lo ha demostrado a lo largo de estos años en la Real Sociedad. Y ahora, en la víspera de cumplir 400 partidos con la camiseta txuri urdin, el azpeitiarra tiene más que nunca los pies en el suelo. Y muy bien asentados.

El centrocampista fue el gran protagonista en sala de prensa tras una nueva sesión en Zubieta a puerta cerrada. La mayoría de las preguntas estaban relacionadas con esa cifra al alcance de muy pocos futbolistas, pero Aranburu dio más importancia al encuentro ante el Getafe que a las cuestiones individuales.

«Lo que no pretendo en esta semana importante es estar hablando de esa posibilidad. Se puede dar ahora o más adelante y por supuesto que estoy contento por ello. Pero ahora queda en un segundo plano porque lo que importa es el equipo y en este momento sabemos que ganarle al Getafe tiene mucha importancia», recalcó Aranburu.

También quiso esquivar sus planes de futuro al señalar que «me queda mucho menos de lo que he pasado. Pero en el plano individual, cuando acabe esto, ya veremos los números que tengo y ahí quedará la anécdota. Cuando pasas la treintena, hay que ir viendo año a año cómo pasa la temporada. Todavía hasta mayo queda mucho tiempo y ya iremos viendo cómo va el equipo y cómo voy yo».

En este sentido, dejó claro que en caso de jugar el domingo y ganar en Anoeta ante el Getafe, no sería «para festejar los 400 partidos», sino «para recortar la mala racha que llevamos. Lo más importante en estos momentos es recuperar o iniciar una buena racha y darle final a este tramo de resultados negativos que llevamos».

A pesar de la importancia del duelo, expresó que «tampoco tenemos que dramatizar con la situación» porque «el equipo no hace mucho que ha demostrado que es capaz de ganar partidos». Además, tienen una buena oportunidad de volver a la senda del triunfo al jugar en Anoeta: «Todos los jugadores preferimos jugar en casa porque jugar delante de la afición siempre es importante, siempre es un empujón para nosotros, pero a la vez sabemos que el último partido de casa lo perdimos. Tenemos ganas de devolverles un poco la alegría y recuperarla nosotros también».

Al margen de los 400 partidos de Aranburu, otro de los temas de actualidad sigue siendo las sesiones a puerta cerrada. Al respecto, el capitán indicó que «estamos acostumbrados a entrenar con gente y a entrenar a puerta cerrada también. Hay muchos entrenadores que prácticamente todas las semanas hacen dos o tres entrenamientos a puerta cerrada. Esta semana el entrenador ha decidido que cuatro sesiones van a ser a puerta cerrada. La manera de encarar el entrenamiento, por nuestra parte, no cambia».

«No es por secretismo»

Por su parte, Zurutuza señaló que «es más por la tranquilidad de los jugadores y por estar entrenando nosotros mismos que por secretismo o cosas así. Cuando estás trabajando solo, como cualquier trabajador, si estás solo estás más tranquilo, no tienes a nadie que te está observando. Nosotros estamos acostumbrados a ello, jugamos partidos con 30.000 espectadores. Si ahí no nos ponemos nerviosos, aquí tampoco».

Respecto a lo que tiene que hacer el equipo para olvidar la mala situación, recalcó que hay que salir «con ambición, con ganas de darle la vuelta». Asimismo, «en casa no podemos pensar en empatar. Nuestra casa debería ser un fortín y el año pasado sacamos muchos partidos adelante con la afición, con nuestro juego y con todo».

Precisamente a la afición se refirió también: «¿Reconciliarnos? No sé si estamos cabreados con la afición. Supongo que no, pero sí es verdad que hay que volver a ganarlos, que la afición vea que queremos ganar».