Las asambleas de BBK, Kutxa y Vital ratifican el acuerdo con Bildu
Las asambleas de BBK, Kutxa y Caja Vital dieron el visto bueno al contrato definitivo de integración de las tres cajas, en el que ya se recogen las modificaciones pactadas con Bildu respecto al mantenimiento del control público, la garantía de la continuidad de la obra social y el respeto a la decisión de los trabajadores en torno al ámbito laboral. De este modo, Kutxa Bank superó su último trámite administrativo y será una realidad a partir del próximo 1 de enero.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Kutxa Bank, el banco que nacerá el próximo 1 de enero de la integración de BBK, Kutxa y Caja Vital, superó ayer su último trámite administrativo con la celebración de sendas asambleas en las que se aprobaron las modificaciones introducidas en la negociación entre Bildu y la dirección de las tres cajas, a fin de lograr el respaldo de la coalición abertzale.
La cita era un mero formalismo, puesto que la integración ya fue aprobada en las asambleas que tuvieron lugar el pasado mes de setiembre, pero legalmente no hubo tiempo para introducir las modificaciones en el orden del día y se pospuso su votación hasta la fecha de ayer.
Los cambios introducidos tras las negociaciones con la coalición soberanista y de izquierdas afectaban básicamente a tres puntos: la posibilidad de privatización, la obra social y el ámbito de negociación del convenio colectivo.
Respecto al primer capítulo, en el contrato original suscrito por las tres entidades financieras se abogaba por «mantener en todo momento, en plena propiedad y libre de cargas, acciones de la Sociedad Central que representan al menos una cifra igual al 51% del capital social».
Tras el pacto con Bildu se acordó mantener el 100% de las acciones «salvo que lo contrario viniera exigido por cualquier normativa aplicable o por un Organismo o Administración competente», lo que asegura el control público de la entidad.
Además, para la alteración del accionariado será necesario el consentimiento de las tres cajas mediante acuerdo adoptado por sus órganos (Consejo de Administración y Asamblea General).
En cuanto a la obra social, las cajas dejaban en principio constancia de su «firme voluntad» de mantenerla, aunque sólo quedaba garantizada «durante los tres primeros años (...) y siempre que la solvencia financiera» lo permitiera.
Sin embargo, en la redacción final no figura limitación alguna en cuanto a años, sino que «dejan expresa constancia de su firme voluntad de continuar con las actuaciones que vienen realizando en materia de Obra Social, continuando así la trayectoria que cada una de ellas venía realizando con anterioridad a la integración». Además, el texto fija que se destine a la obra social al menos el 30% de los beneficios de Kutxa Bank siempre que la solvencia financiera lo permita.
El tercer punto hacía referencia al ámbito de negociación del convenio colectivo. La dirección de las cajas se comprometió a respetar la decisión de los trabajadores.
Votaciones
La Asamblea General de BBK aprobó el nuevo texto con 86 votos a favor, cinco en contra y una abstención. Su actual presidente, Mario Fernández, quien también ocupará ese cargo en el futuro banco, señaló que este proyecto «aprovecha lo mejor de cada una de las tres entidades y suma aportaciones. Queremos hacer un proceso de integración modélico y en el menor plazo posible, sin perjuicio de que la implantación de un sistema único de integración requiere un período de tiempo que calculamos podría alcanzar el primer trimestre del año 2013», precisó.
No obstante, indicó que están en condiciones de garantizar que el día de inicio de operaciones de Kutxa Bank estarán en condiciones de hacerlo como «una única entidad».
En Kutxa se produjeron 84 votos a favor, 2 votos en contra y 2 abstenciones, mientras que en Caja Vital 93 compromisarios votaron a favor, dos en contra y hubo una abstención.
«Jamás hasta ahora un proyecto de este calado había logrado un consenso político y social de tal dimensión», destacó el presidente de la caja alavesa, Carlos Zapatero.
Beneficios, pero menos
Las asambleas sirvieron asimismo para dar a conocer los últimos datos económicos de cada caja y exponer las líneas de actuación futuras. En el primer semestre de 2011, BBK obtuvo un beneficio de 169,6 millones, con una aportación positiva de CajaSur de 2,1 millones, lo que supone un descenso del 8,8% con respecto al primer semestre del año pasado, resultados que se alinean con las previsiones de la entidad.
Mario Fernández manifestó que «el importante impacto de la actual crisis puede aconsejar ser especialmente prudentes y reforzar aún más el nivel de provisiones, sin que esta medida afecte a la dotación a la obra social», capítulo en el cual se invirtieron 40,6 millones entre enero y junio.
Por su parte, Caja Vital ha tenido un beneficio de unos 19 millones de euros hasta el pasado 30 de setiembre, lo que supone una caída de cerca del 20% respecto al obtenido en el mismo periodo de 2010.
Carlos Zapatero resaltó que en una coyuntura de descenso general de la actividad económica y sin que existan a corto plazo perspectivas excesivamente optimistas, los resultados «continúan siendo mejores si se comparan con los del resto del sector» y se ha logrado mantener los índices de capitalización y solvencia entre los mejores del sistema financiero.
Abstención de Banatuz
En Kutxa, sus líneas generales -centradas en el desarrollo de la fusión y en la adecuación «al muy complejo entorno actual de los mercados financieros»- fueron aprobadas pero contaron con la abstención de Banatuz. La plataforma de clientes criticó la falta de detalles en los referente a los planes concretos de la obra social, reclamando que «dicho plan sea compartido y elaborado entre todos, es decir que no sea cerrado y se acepten las propuestas que se vayan a hacer». En este sentido, apuesta por impulsar aspectos como «la vivienda» y «el empleo».
Banatuz también mostró su disconformidad con el hecho de que se hable de Kutxa Bank «entroncándola en el sector financiero de España, cuando entendemos que debería en todo caso mirar a Europa o al mundo».
«Tampoco aparece ninguna referencia en favor de Euskal Herria, y eso sí continúa siendo uno de los objetivos y fines que Kutxa debe seguir teniendo y defendiendo, así como para ir contribuyendo al impulso de proyectos que potencien el desarrollo socio-económico de este país».
Kutxa Bank alcanzará unos activos totales de 75.729 millones de euros. Prevé alcanzar unos beneficios superiores a los 800 millones de euros, el doble de los acumulados por las tres cajas el año pasado.
El del ámbito de negociación de las relaciones laborales es quizás el fleco que todavía queda por atar de manera definitiva. Kutxa Bank tendrá unas 1.300 oficinas y contará con alrededor de 9.000 empleados. Si bien las direcciones de las cajas se han comprometido a respetar lo que decidan los trabajadores, en la Mesa Laboral pactaron con CCOO, Pixkanaka y Grupo Independiente Vital un acuerdo que se acoge al marco del Estado español. Otros sindicatos como ELA y LAB abogan por la realización de un referendo entre la plantilla para que sea ésta la que decida si prefiere el marco vasco o el marco estatal. Uno de los meollos es el sistema de representación, ya que en las oficinas de fuera de Euskal Herria se necesitan menos votos para obtener delegados. Josu Ruiz (Bildu), concejal de Desarrollo Económico de Donostia y vicepresidente de Kutxa, recordó antes de la asamblea que una de las bases del acuerdo es el respeto al ámbito de negociación laboral que los trabajadores elijan y se mostró «optimista» respecto a su cumplimiento, aunque todavía «no se ha concretado» cómo se hará. I.I.
Mario Fernández se mostró satisfecho por la evolución de CajaSur, entidad andaluza adquirida por BBK. «La hoja de ruta trazada en el plan estratégico se está cumpliendo de modo muy satisfactorio», señaló.