Era difícil imaginar que todo iba a salir bien, claro que siempre se puede mejorar pero desde luego cualquiera que hubiese imaginado estos resultados y este desenlace del viaje a Estados Unidos hubiése firmado sin duda alguna.

Durante el año, el trabajo para preparar este Mundial ha sido constante. Algunas veces la labor de equipo ha permitido recoger frutos y otras fracasos en la lucha por conseguir apoyos económicos para poder asistir un equipo completo al Mundial. Sin esos frutos, no hubiéramos tenido opción alguna para conseguir el título por equipos. Aquí tenemos que agradecer que nuestro club, el Real Club Náutico de San Sebastián, hace una labor impagable que permite sea una cantera del piragüismo y da muchísimas facilidades para cualquier joven donostiarra que quiera comenzar con temprana edad a hacer deporte y en concreto a practicar kayak-surf. Una bonita especialidad que, a pesar de parecer fácil y cómoda, se hace muchas veces dura durante el largo año de entrenamiento y los días de invierno con condiciones malas, temperaturas bajas y el agua fría.

En este Mundial se ha visto una vez más que el equipo del Náutico es una referencia a nivel mundial en la modalidad, formando casi la totalidad de la selección; ya que el equipo de Euskadi de kayak surf en estos momentos está compuesto por once palistas de los cuales siete son del RCNSS. También los muy buenos resultados de los junior reflejan el buen trabajo que se está haciendo con ellos.

Este equipo ha tenido que trabajar en varios frentes. En el agua para entrenar y en la calle para recaudar fondos: desde vender camisetas, trabajar en un turno de las txoznas de Bilbo (eskerrak Mozkotarrak), organizar competiciones para recaudar fondos...

Esta labor, con altibajos claro está, ha fomentado las ganas de luchar y un espíritu de equipo que a pesar de las adversidades se ha venido arriba. Incluso en la competición, estando en las preliminares detrás de Inglaterra, realizó un trabajo en cada manga y cada día para mejorar y alzarse con el campeonato.

Organizar el viaje a EEUU -en concreto al estado de Carolina del Norte, a la localidad de Nags Heads (la zona es conocida como Outher Banks)- tampoco fue fácil ya que poner de acuerdo a 11 personas desde juniors a veteranos no es tarea fácil. El viajar en avión con 11 piraguas es complicado y sobre todo muy caro ya que pagamos 200$ por piragua y trayecto. La verdad que hasta para eso tenemos que currárnoslo. Nosotros mismos nos gestionamos. Toca hacer reservas para alojamientos y billetes de avión, portes, coches, seguros, desplazamientos...

Para mí estos Campeonatos son muy especiales. Se mezclan emociones y responsabilidades, del equipo de Euskadi y de la gente que estoy entrenando en casa todas las semanas del año, para que nos acompañen los resultados y todos volvamos a casa contentos. Y por otro lado está mi propia competitividad, ya que participo en individual, siempre soy muy crítico con mi trabajo y me presiono.

En el día a día, en estos viajes, no hay momento para el aburrimiento. Comenzábamos las jornadas desayunando a las 7.00 y pasábamos todo el día en la playa, que dicho así puede parecer un lujo pero no lo es tanto cuando aprieta el frío y te ves obligado a cambiarte varias veces al día para entrar al agua en diferentes mangas.

Para abaratar costes teníamos que preparar las comidas, hacer las compras, gestionar los gastos a diario y uno de los trabajos mas pesados: cargar y descargar las 11 piraguas.

Tanto el éxito en equipos como en individual ayuda a nuestra selección a seguir luchando por representar a Euskadi fuera de nuestras fronteras. El próximo Mundial se celebrará en Australia dentro de dos años y nuestra selección espera no tener de nuevo las dificultades económicas y de falta de apoyo que ha tenido para esta cita en EEUU.

Casi sin habernos adaptado de nuevo a nuestras vidas cotidianas, ya estamos trabajando para intentar lograr apoyos de empresas e instituciones de cara a la competición de 2013. Desde la selección vasca se espera que este logro a nivel mundial conlleve el apoyo en casa que últimamente se ha perdido.

Hay gente que se moviliza con la «selekzioa», tiramos mucho de lo nuestro, pero solo en el caso de que sean deportes de masas. Incluso invertimos grandes cantidades de dinero para sus infraestructuras, cuando son o funcionan como empresas privadas. Nosotros tenemos ayudas mínimas para el viaje y para el equipo. En muchos casos parece que ayudan con lo mínimo para que no puedas decir que no dan nada.

En instituciones de aquí nos piden que se nos reconozca en Madrid o que como mínimo tenemos que ser campeones de España para optar a becas, cuando somos campeones del mundo. No hacemos deporte por dinero pero claro está que necesitamos de ayudas para poder practicarlo y competir fuera.

Incluso se dio un caso en un Mundial anterior. Se solicitó que a uno de nuestros campeones del mundo se le reconociese como deportista de élite para optar a una plaza de acceso a la UPV (en ese caso las plazas que quedaban vacantes para deportistas de élite) y el mismo Gobierno Vasco nos remitió a Madrid para ese reconocimiento. Ni siquiera pueden conceder un reconocimiento aquí para esas y otras cosas. O sea que tampoco en temas así pueden ayudarnos.

Pienso que llegará el día en que nos demos cuenta de que nuestros jóvenes necesitan hacer actividades físicas y deporte (como pasa en nuestro club). Entonces la sociedad tendrá que fomentar que practiquen distintas actividades -entre ellas la nuestra, que está entre los deportes en auge debido a las nuevas tendencias de deportes atractivos y activos- y no sólo los que consisten en realizar un tiempo, una marca o un resultado. Hay otras alternativas a ser olímpico o profesional, categorías a las cuales después de mucho esfuerzo y sacrificio múltiple sólo acceden unos pocos.