El organismo antirrepresivo Askatasuna demandó ayer a las autoridades Estado francés que resuelvan la situación de los presos políticos vascos, tras el anuncio del cese definitivo de la acción armada de la banda terrorista. Al mismo tiempo exige aclarar la verdad sobre actuaciones ilegales de elementos estatales o paraestatales en Ipar Euskal Herria

En un comunicado divulgado ayer y recogido por la agencia EFE, Askatasuna subraya que la declaración de ETA del pasado jueves «no es un fin, sino por el contrario el inicio de un proceso de resolución» del conflicto político vasco en el que el Estado francés «es uno de los actores principales», igual que el español.

En esa línea, insta a París a que, en primer lugar, reconozca la existencia de ese «conflicto político vasco», pero también que tome medidas sobre los presos y que «acabe inmediatamente con las situaciones de urgencia». Con esta calificación entiende la liberación de prisioneros enfermos, de los que han finalizado su pena o de los que podrían aspirar a una libertad condicional, pero también el fin de las medidas de aislamiento o de dispersión en cárceles lejos de Euskal Herria.

Otras reclamaciones son solucionar la situación de los «refugiados políticos vascos», de los que fueron deportados, abolir las leyes antiterroristas, «reconocer a todas las víctimas del conflicto». Askatasuna demanda aclarar la «verdad» sobre dos militantes desaparecidos en el Estado francés en 1983 (Popo Larre) y en 2009 (Jon Anza).

Askatasuna igualmente quiere que el Estado francés admita «su plena participación directa en los asesinatos» de los GAL en los años Ochenta.

Gesto pide un análisis crítico

Gesto por la Paz afirmó ayer que el futuro en Euskal Herria, una vez que ETA ha cesado en su actividad armada, tiene que partir de un análisis «crítico» de los «errores» cometidos en el pasado, porque, según ha proclamado, «no podemos permitir más injusticia después de la violencia».

Gesto por la Paz reunió ayer a unos 200 simpatizantes en la plaza del Arriaga de Bilbo con una pancarta en la que podía leerse «Lortu dugu». En un comunicado insistieron en que el futuro «tiene que partir necesariamente de un crítico análisis de los errores cometidos en estos años» y reclamaron «hacer y exigir un importante esfuerzo para dejar la verdad lo más clara posible».

Los congregados cerraron el acto guardando cinco minutos de silencio en memoria de las víctimas de ETA.