Rubalcaba y Rajoy llaman a combatir ahora contra los votos abertzales
GARA | DONOSTIA
«Les hemos quitado las bombas y a partir de hoy tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia». De esta forma definió el ex ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba cuál ha de ser una de las misiones centrales del PSOE en las próximas elecciones. Una empresa en la que coincidió con su máximo oponente, el candidato del PP, Mariano Rajoy, quien señaló que las reacciones al anuncio de ETA del cese de la lucha armada deben estar centradas en los próximos días en «no hacerle la campaña a Bildu».
El PSOE había convocado un acto electoral en el Kursaal donostiarra que se vio marcado desde el inicio hasta el final por la decisión de ETA. El lehendakari, Patxi López, rompió a llorar mientras recordaba a los militantes de su partido muertos o heridos en atentados.
Alfredo Pérez Rubalcaba expresó su emoción por poder celebrar ayer con los militantes del PSE el final de la actividad amada de ETA y afirmó que si algo ha hecho él «para contribuir a esta emoción», da «por buena» toda su carrera política.
Con Arnaldo Otegi y Rafa Díez, entre otros, todavía en la cárcel, y con Sortu aún ilegalizada, el ex ministro aseguró que el Gobierno español «no ha perseguido a las ideas en Euskadi», sino que ha actuado contra «terroristas» y contra los que «apoyaban a los terroristas».
Afirmó que «a los terroristas se les persigue con las armas del Estado de Derecho y a los independentistas radicales se les hace frente con las armas de la democracia, con el debate, las razones y las convicciones. Ésa es ahora nuestra batalla».
Recordó que en su día emplazó a la izquierda abertzale a elegir entre «bombas o votos» y proclamó la frase que ya traía preparada para acaparar titulares: «Ahora les hemos quitado las bombas, y a partir de hoy tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia».
Volviendo a referirse a la izquierda abertzale, Rubalcaba afirmó que «ni va a escribir la historia de los años del horror ni la historia del final de los años del horror» porque «no tiene absolutamente ningún derecho para ello».
El PP quiere frenar la marea
En una línea similar, el presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer «prudencia» tras la decisión de ETA, y afirmó que es el momento de «tener grandeza» y «estar a la altura de las circunstancias», con la «unión de todos los demócratas», para «no hacerle la campaña electoral a Bildu».
Rajoy destacó que el anuncio realizado el jueves por ETA se trata de una «buena noticia, una victoria de la sociedad española, y esta victoria será completa cuando ETA se disuelva irreversiblemente».
Según el presidente del PP, «ahora lo que toca es estar a la altura de las circunstancias. Todos tenemos que estar a la altura de las circunstancias». «Hay que ser prudentes -declaró-, hay que apoyar a las víctimas, sobran los debates estériles, las especulaciones, las frivolidades y las ocurrencias. Ahora no hay que hacerle la campaña electoral a Bildu», recalcó.
Esta idea de intentar no favorecer las expectativas del independentismo vasco no es una visión exclusiva de Mariano Rajoy, sino que forma parte de la estrategia de la dirección del PP, como pudo comprobarse también en declaraciones efectuadas por su secretario de Comunicación, Esteban González Pons, en un almuerzo con concejales y responsables locales valencianos.
González Pons insistió en las peticiones de «prudencia» porque «hay que tener cuidado y no hacerle la campaña a Batasuna». Lo que ha sucedido, a su juicio, «no es mérito ni de nadie que ha decidido tomar la decisión de no matar, ni de nadie que ha intermediado para que alguien tome esta decisión, ni de nadie que ha abierto ningún proceso de diálogo. Por eso en todos los discursos que tengamos que hacer tenemos que tener mucho cuidado con no acabar engordando el discurso de Bildu, de Batasuna, de la propia ETA», precisó.
Añadió que «ni dentro ni fuera, ni en el PP ni el PSOE, ni PNV ni en el Gobierno de España o del País Vasco, nadie debe colaborar a que Batasuna, Bildu, tenga más publicidad y propaganda en esta campaña electoral». «Nos alegramos mucho de lo ocurrido, pero vamos a continuar con la campaña porque los terroristas no merecen ni un minuto más de nuestra atención», afirmó González Pons.
Tanto desde el PP como desde el PSOE han mostrado en reiteradas ocasiones en estas últimas semanas su miedo a que Amaiur, la coalición que agrupa a los abertzales de izquierdas, pueda obtener unos buenos resultados en las elecciones del 20 de noviembre, temiendo que incluso pueda llegar a obtener grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados, para lo que necesitaría sumar cinco diputados y más del 15% de los votos en cada provincia.
PNV, PP, EA y EB anunciaron ayer su intención de responder positivamente a la ronda de reuniones que ha anunciado el lehendakari, Patxi López, pero todos ellos ven en esta iniciativa un intento de recuperar un protagonismo del que había hecho dejación.
Por el PNV, Iñigo Urkullu declaró ayer en Donostia que su partido acepta la invitación de López y que en la reunión «exigirá valentía» ya que, a su juicio, «eso es lo que la sociedad necesita en este momento». Antes, en los micrófonos de Radio Euskadi, el portavoz parlamentario jeltzale, Joseba Egibar, ya había confirmado la asistencia, pero criticando que el lehendakari «cada vez que tiene un vacío de protagonismo nos invita a todos a una ronda».
Por su parte, el parlamentario del PP Leopoldo Barreda también aseguró la asistencia de su partido a la reunión que convoca el lehendakari para «seguir manteniendo el nivel de exigencia frente a ETA». Barreda recordó que la organización «no se ha disuelto y hay que llevarla a su disolución incondicional». Al igual que los otros partidos, el PP considera «evidente» que el lehendakari «quiere ganar un cierto protagonismo» con su iniciativa.
En ello coincidió con el portavoz de EA, Juanjo Agirrezabala, que le reprochó a Patxi López su «ausencia» durante esta semana, insistiendo en que la sociedad vasca cuestiona «el liderazgo de este lehendakari que en los momentos más importantes no está».
Por otro lado, el parlamentario de Ezker Batua (EB), Mikel Arana, también dijo en una rueda de prensa en Bilbo que acudirá «encantado» a la ronda del lehendakari, pero le recordó que la propuesta de mesa de partidos ya la hizo EB hace meses y, el pasado mes de febrero, contó con el «rechazo» del PSE.
El lehendakari, Patxi López, anunció el viernes su intención de reunirse de inmediato con todos los partidos y coaliciones que tengan representación institucional para «acordar los pasos que nos lleven a recorrer el camino que tenemos por delante». También hablará con sus antecesores en el cargo, con sindicatos y patronal. GARA
El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, defendió ayer que, tras el anuncio de ETA de cese definitivo de la violencia, es el «momento» de «profundizar en el ejercicio del diálogo político ahora que hemos conseguido librarnos de la tutela de las pistolas y el chantaje»
Jiménez, que destacó que «estamos ante un momento histórico donde tenemos que empezar a construir el nuevo escenario de convivencia en Navarra», se mostró «convencido» de que el PSN «debe tener un papel protagonista en la construcción de este nuevo marco de convivencia».
En este sentido, defendió que el PSN es «la única fuerza capaz de dialogar con el resto de fuerzas políticas siempre» y puso de relieve que «siempre hemos estado en un espacio de suma, de construir sociedades» y que «ahora nos vuelve a tocar».
«Tenemos más de 100 años de historia y hemos sabido superar circunstancias difíciles. Estuvimos en la transición, construimos la democracia y tenemos que acabar la transición con el único problema que quedaba, el terrorismo de ETA», agregó.
El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, pidió a los presentes «altura de miras», ya que, según indicó, «el camino que se abre por delante no va a ser fácil, ni sencillo». GARA
El lehendakari, Patxi López, se emocionó y llegó a llorar cuando en su discurso recordaba a los militantes de su partido muertos o heridos en atentados de ETA en estos años.
Jesús Eguiguren fue recibido con una ovación por todos los asistentes, puestos en pie, cuando entró en el local. También Rubalcaba le hizo un agradecimiento explícito.