El primer ministro y número dos del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Mahmoud Jibril, señaló ayer que la muerte de Muamar Gadafi implica «un renacimiento» del país, pero advirtió de que la reconstrucción de Libia «no es una tarea fácil. Es la `Misión Imposible' de Tom Cruise».

«Los libios se sienten aliviados, pero la misión de reconstrucción será muy difícil», aseguró Jibril en Jordania durante la sesión de apertura del World Economic Forum para el mundo árabe, una conferencia que se centrará en las repercusiones económicas y políticas de las revueltas.

Jibril, que dijo que ayer anunciaría su renuncia al cargo para iniciar la «transición» en el país, afirmó que uno de los retos inmediatos a los que se enfrenta el CNT es el desarme de los diferentes grupos que han luchado contra el Gadafi, y confió en que los libios logren la unidad y cumplan con las exigencias de un Estado moderno y democrático.

El presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil tiene previsto declarar oficialmente hoy en Bengasi la «liberación total» de Libia, según anunciaron fuentes de este órgano.

Mientras, en Misrata, los cadáveres de Gadafi y de su hijo Mutasin, ejecutados tras ser capturados con vida, fueron expuestos para que los libios pudieran verlos. El CNT confirmó ayer que al coronel, que fue linchado y presentaba dos heridas de bala, en la sien y en el vientre, se he la practicado una autopsia, aunque no se conocen los resultados. Señaló, además, que se llevará a cabo una investigación en torno a las causas de su muerte y que mayoría de los libios hubieran preferido que «hubiera respondido por sus crímenes».

Por otro lado, el semanario alemán «Der Spiegel» adelantó ayer que Gadafi fue localizado gracias a la ayuda de los servicios secretos alemanes BND, que conocían su paradero desde hace semanas.