Inundaciones en Centroamérica, en el ojo del huracán del cambio climático
Los gobiernos de Centroamérica van a exigir ayuda a los países enriquecidos en la cumbre sobre el clima de Durban. Los agricultores de esta región han sufrido en las últimas semanas el embate de fuertes lluvias, que han dejado además víctimas y damnificados.
GARA | SAN ALVADOR
La ONU considera a Centroamérica como una de las regiones más vulnerables del mundo al cambio climático, con la alternancia de fuertes lluvias y sequía. Sus dirigentes han consensuado una posición común de cara a la conferencia de Durban, que tendrá lugar a finales de noviembre y principios de diciembre, y en la que exigirán que los países que más contaminan contribuyan a ayudar a los más vulnerables.
En Centroamérica, la mitad de los 42 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza y la malnutrición afecta, por ejemplo, al 15% de la población en Guatemala, a 2 millones de personas.
150.000 más podrían engrosar el índice de malnutridos después de que las lluvias hayan destrozado las cosechas de alrededor de 40.000 familias
En El Salvador, «hemos calculado que las pérdidas en cultivos como el maíz serán de alrededor del 40%, y la misma proporción se estima para los frijoles», dos alimentos básicos para la población, alertó el coordinador general del Consejo Nacional de Trabajadores Rurales (CNT), Carlos Rodríguez. El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, estima que el 10% del territorio nacional ha sufrido las inundaciones.
Nicaragua, uno de los países más pobres de la zona junto con Honduras, ha perdido el 5% de su superficie cultivable, principalmente de maíz, frijol, sorgo y sésamo. En Honduras se han perdido 10.000 hectáreas de campos cultivados, junto a los 8.000 de Costa Rica.
Víctimas recurrentes de catástrofes climáticas, los países de la región llevarán un frente común a la cumbre que aspira a ser continuación del Protocolo de Kyoto. «Lo importante es que los países que generan los gases de efecto invernadero colaboren con los más vulnerables para adoptar medidas como el desplazamiento de poblaciones en zonas de riesgo o la transformación de sectores económicos», asegura la responsable de Medio Ambiente de Panamá, Lucia Chandeck.
«Tienen que contribuir más. Darnos oxígeno a cambio del oxígeno que han gastado».
Centroamérica es la más vulnerable al calentamiento climático. Y es que es responsable de menos del 6% de los gases de efecto invernadero anuales.
Centros escolares, iglesias y otras edificaciones se han convertido en la casa temporal de miles de salvadoreños, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, evacuados debido a las torrenciales lluvias que durante nueve días azotaron el país y causaron 35 muertos, dos desaparecidos y decenas de miles de desplazados.
El temporal, considerado por algunos expertos como atípico, comenzó el 10 de octubre producto de fenómenos en el Pacífico y el Caribe, y en menos de dos semanas causó una crisis humanitaria, con millones de afectados y pérdidas millonarias en infraestructuras y agricultura, en una región de por sí muy empobrecida. En Guatemala, diversos informes elevan a 38 las víctimas mortales, enterradas bajo toneladas de tierra que arrasaron sus humildes casas, construidas en laderas de montañas o cerca de quebradas y ríos.
El presidente salvadoreño ha resaltado que el 95% de los 6,1 millones de habitantes del país es vulnerable a los desastres naturales y que más de un millón habita en zonas de riesgo.
En los desastres naturales registrados entre 1998 y 2008, Centroamérica puso el 10% de los muertos en el mundo. GARA