Las desigualdades en la distribución de la riqueza no paran de incrementarse
La CAV está situada entre las regiones de cabeza de la UE en cuanto al PIB per cápita, sin embargo, según se indica en el informa anual integrado de la Hacienda vasca, la distribución de esa riqueza es muy desigual y, además, esa desigualdad no hace sino incrementarse. Especialmente grave resulta que existan 342.806 declaraciones del IRPF que declaran unos ingresos anuales inferiores a los 13.200 euros que marcan el umbral de la pobreza, un 3o% del total, y que más de cien mil personas que tributan ingrese menos de 500 euros mensuales. En el otro extremo están aquellos que declaran unos ingresos muy superiores a la media y que, paradójicamente, no tributan en proporción a lo que ganan o lo que deberían en función del principio de progresividad. Con todo, resulta especialmente llamativo, y criticable, el trato fiscal que reciben las empresas, un 40% de las cuales ni siquiera pagaron el Impuesto de Sociedades y el tipo efectivo de las que sí lo hicieron apenas llegó al 13%.
Estos datos revelan la necesidad de un cambio urgente en una política fiscal que hasta ahora no ha servido más que para ampliar la brecha entre ricos y pobres.