Dublín, Bilbo o Ciudad del Cabo. El jurado designado por el Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial (ICSID) decidirá esta madrugada en Taipei (Taiwán) el nombre de la ciudad que se convertirá en Capital Mundial del Diseño en 2014. Con las posibilidades de Dublín mermadas por la crisis económica, la gran rival de la capital vizcaina es la ciudad sudafricana. La prudencia reina entre los representantes de la candidatura vizcaina, que se encuentran ya en la Alianza Internacional de Diseño, y una somera mirada al contenido y a los apoyos recabados por cada una de las ciudades en sus páginas web (www.capetown2014.co.za, la sudafricana; www.bilbaoworlddesigncapital.com, la vasca) daba ayer una idea de la fuerza y lo que se ha volcado la organización de Ciudad del Cabo en esta iniciativa.

Esta «carrera», en la que sólo llegar a encontrarse en la terna final es todo un acontecimiento, ha propiciado encuentros como el que mantuvieron la delegación vasca y la sudafricana. La reivindicación del Guggenheim como «un faro» para la ciudad, que se volcará en inversiones creativas y culturales es una de las bases de la propuesta bilbaina, a tenor de lo afirmado en Taipei. Una ciudad abierta al turismo cultural, que espera que, con el tren de alta velocidad, el turismo crezca de forma espectacular.

Ciudad del Cabo se propone obtener la capitalidad justo en un año, el 2014, que coincide con la celebración de dos décadas de democracia. «Famosa por sus montañas y como destino turístico, nos dimos cuenta de que la ciudad necesita una economía más diversa -explicaron sus representantes-. Ciudad del Cabo tiene el nivel más alto de las industrias creativas del país, por lo que es nuestra ventaja competitiva y hemos invertido en ello».