No habrá muchos casos similares de fidelidad en el ciclismo profesional, menos todavía por los derroteros que está tomando el deporte de los pedales. Nada menos que 17 años ha estado ligado Chente García Acosta a las diferentes formaciones que desde entonces han dirigido José Miguel Echávarri y Eusebio Unzué. Ayer dijo adiós a esos más de tres lustros en la élite dando lustre a la condición de gregario con su más que generoso derroche.

Sin lágrimas, pero con sentimiento, el corredor de Tafalla hizo pública su decisión, no sin lamentar que le hubiera gustado comunicarla subido a su máquina «y no sobre una ambulancia camino del hospital», después de la grave caída que sufrió en la última edición de la Vuelta. Un accidente del que todavía se está recuperando físicamente y que le produjo la rotura del cúbito y el radio, así como la fractura de una vértebra.

Tras manifestar su agradecimiento a familiares, compañeros, directores, auxiliares y seguidores -«prefiero no nombrar a nadie para que no se me olvide ninguno»-, Chente admitió que «he disfrutado de la bici como un enano» y amenazó con seguir recorriendo, ahora en calidad de cicloturista, las carreteras navarras. «No me olvido de la bici, es mi pasión. Me daré mis vueltas como un campeón», comentó en su adiós.

El veterano ciclista -se retira con 39 años- rememoró sus mejores recuerdos en todos estos años y, en especial, los triunfos de aquellos líderes para los que ha trabajado «porque los he sentido como si fuesen míos», además del «cariño» de una afición que siempre ha sabido valorar su desinteresado esfuerzo.

De hecho, reveló que, incluso después de la caída, sus compañeros le habían animado «a continuar una campaña más, pero tenía claro que éste era mi último año». «Físicamente no me encontraba mal hasta entonces y a ello me ha ayudado que estemos viviendo muy cerca muchos profesionales, con lo que formábamos una gran grupetta para entrenar y eso ayuda en los días que no te apetece», reveló el corredor navarro.

Pedal globalizado

Durante su prolongada trayectoria deportiva, Chente ha vivido en primera persona los profundos cambios que ha sufrido el ciclismo. «Ahora mismo es mucho más competitivo, hay mucho nivel, pero sobre todo está más globalizado. Conseguir un triunfo se ha convertido en una tarea muy difícil», afirmó.

En cuanto a su futuro profesional, prefiere todavía no plantearse si seguirá unido de otra manera al deporte de toda su vida. «Ahora lo más importante es que me recupere bien físicamente y poder disfrutar de mi familia y de mis críos», indicó el ya ex corredor.