Rebelión euroescéptica contra Cameron
GARA | LONDRES
El duro revés sufrido por el primer ministro británico, David Cameron, cuando 79 de sus 305 diputados conservadores le desafiaron al apoyar en el Parlamento un referéndum sobre la Unión Europea, presagia un futuro tenso sobre Europa.
Ha sido la mayor rebelión en la historia del Partido Conservador, más grave aún que la padecida por el ex primer ministro tory (conservador) John Major, cuando tuvo que sudar en la Cámara de los Comunes para que sus diputados aprobasen el Tratado de Maastricht en 1993.
El secretario del poderoso Comité parlamentario conservador 1922 -de marcada tendencia euroescéptica-, Mark Pritchard, dejó claro que el asunto europeo no desaparecerá. «Necesitamos alguna definición y claridad. Si no tenemos esa claridad creo que la posición del Gobierno sobre Europa es políticamente insostenible teniendo en cuenta la crisis en la eurozona».
El encargado de presentar la moción, el conservador David Nuttal, señaló que Europa debe entender que la población británica ve que el país está demasiado vinculado a la UE. «En 1975 la población votó a favor de unirse al mercado común. Desde entonces se ha desarrollado sin tener nunca un referéndum sobre lo que es actualmente la Unión Europea con su propio himno, su propia bandera y su propio Parlamento», agregó Nuttall.
Cameron reconoció que Europa «ha sido siempre un asunto difícil para mi partido, siempre lo será, pero lo importante es hacer lo correcto para el país» y no sería bueno «en este momento tener una votación importante con un referéndum», agregó. El premier exigió disciplina de voto y anunció que cesaría a los cargos del gobierno que se alinearan con la petición.