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La renta de un tercio de las personas no supera el umbral de la pobreza en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa

Un tercio de las personas que hicieron la declaración del IRPF en 2008 reconoce que sus ingresos no superan el umbral de la pobreza. Las diferencias entre las rentas más altas y las más bajas se agranda, mientras se confirma que los empresarios casi no pagan en el Impuesto de Sociedades.

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Juanjo BASTERRA

El último «Informe anual integrado de la Hacienda vasca 2009» deja en evidencia las enormes diferencias que hay en el reparto de la riqueza en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Los datos sobre el PIB per cápita sitúan a la Comunidad Autonómica Vasca (CAV) entre las regiones de cabeza de la Unión Europea, pero la distribución de la riqueza es muy desigual, como confirma un año más el amplio trabajo.

Según los datos oficiales, existen 342.806 declaraciones del IRPF que declaran unos ingresos anuales inferiores a los 13.200 euros, que es donde se sitúa la barrera del umbral de la pobreza. Representan el 30,5% del total de las declaraciones, aunque otro tercio de éstos (32,5%) perciben salarios inferiores a los 500 euros mensuales. Los rendimientos que declara en este grupo, el más bajo de la escala del IRPF, suponen el 10,76% del total declarado -25.490,4 millones de euros- por los 1,12 millones de las declaraciones de IRPF, lo que da una renta media anual de 8.006 euros por cada persona de la escala más baja de los ingresos o rendimientos.

En el otro extremo se encuentran quienes mayores rentas tienen. A partir de 84.000 euros anuales, las declaraciones suman 18.291 personas, lo que supone un 1,6% del total de quienes presentan la declaración de la renta. Este grupo de privilegiados controla el 9% de los rendimientos económicos declarados en el IRPF, porcentaje casi similar al más bajo, pero con la diferencia que supone entre ellos un ingreso medio anual de 124.605 euros, es decir quince veces más que los ingresos medios del escalón más bajo.

Según los datos algo más desglosados de la parte alta, hay 2.980 personas que declaran unos ingresos entre 120.000 y 150.000 euros; otras 1.511 declaraciones dijeron contar entre 150.000 y 180.000 euros anuales y, finalmente, 3.227 declararon por encima de los 180.000 euros. El informe no disecciona más al grupo de los más afortunados, pero sí deja claro que, aunque este informe ya se hace en el comienzo de la crisis económica, las declaraciones con ingresos superiores a los 90.000 euros se mantuvieron como un año antes, pero suponen un 75% más que hace cinco años, cuando la crisis económica ni se olía. Es cierto que en el nivel de renta más bajo, hasta los 6.000 euros, el número de personas con renta baja ha decrecido desde 2004 al 2008, al pasar de representar el 19,2% y bajar hasta el 12,4%. Con casi toda seguridad, sin embargo, en el próximo informe se volverá a esa tendencia al alza, puesto que durante estos dos últimos años el índice de pobreza se ha incrementado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. De todas maneras, el tramo de declaraciones del IRPF que acumula más presentaciones se encuentra en ingresos de entre 18.000 y 30.000 euros, ya que son el 28,9% del total, según la división que realizan las haciendas forales.

Siete veces más de salario

Otro elemento que marca la desigualdad es el tipo efectivo que cada escalón de la renta ha pagado. A partir de unos ingresos de 22.800 euros anuales el tipo efectivo que se pagó, según los datos del informe, ascendió al 11,7%, para el grupo de 44.400 euros llegó al 20,4% el tipo efectivo pagado a Hacienda y parael tramo de 84.000 euros anuales llegó al 27,6%. Sube al 29,1% para las rentas entre 120.000 y 180.000 euros, pero si rebasan esa cantidad caen al 27,7%. Esta progresividad es poco eficaz, porque el salario medio en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se encuentra en torno a los 25.000 euros, que el gravamen les supuso el 13%. Esa remuneración media de los trabajadores vascos es 7,2 veces inferior a la escala de 180.000 euros y, sin embargo, en este extremo el gravamen efectivo fue del 27,6%, poco más del doble de lo que pagó el trabajador medio.

Estos desajustes tienen mucho que ver con las deducciones que se realizan por aportaciones a EPSV y Fondos de Pensiones, entre otras. En 2008, sólo aumentaron en un 0,8% los contribuyentes que realizaron aportaciones hasta cerrar con 517.456 personas, que dedujeron una aportación de casi 1.200 millones. Pero, en este caso, las diferentes escalas muestran la desigualdad existente. La aportación media a una EPSV o un Fondo de Pensión ascendió a 2.263 euros, pero «el desequilibrio se encuentra que entre los niveles más bajos esas aportaciones pasan de los 1.558,8 euros de personas que ganan hasta 30.000 euros, pasando por los 3.300 euros de aportación -la mitad del salario anual de 111.689 personas- de quienes obtienen remuneraciones de hasta 90.000 euros. A partir de ese salario, las aportaciones anuales de los niveles más altos de renta llegan a los 8.700 euros de media, por encima de lo que gana el 10% de quienes presentan las declaraciones más bajas.

Rentas declaradas

El componente de la renta general que recaudan las Haciendas forales está compuesto en un 91% por los rendimientos de trabajo, que aportan 23.250 millones de euros. En el análisis que realizan las haciendas forales reconocen que el ingreso medio declarado asciende a 21.032,81 euros. Sin embargo, los trabajadores declararon una renta por el trabajo, la que se descuenta de forma directa por las empresas para ingresarla en las haciendas, que ascendieron a 22.502,81 euros. Lo extraño llega cuando en ese informe se reconoce que el rendimiento medio obtenido por la realización de actividades económicas y empresariales se quedó en 12.656 euros anuales, casi la mitad de lo que declaran los trabajadores. No es la primera ni la segunda ocasión, sino que es constante. Este hecho lleva a pensar a las centrales sindicales que existe «mucho fraude fiscal, pero que no se hace nada por resolverlo».

ELA presentó ayer en Iruñea el informe de medidas que entregarán al Gobierno de coalición UPN-PSN para que implanten una fiscalidad más progresiva y equitativa para lograr mayores ingresos.

Las empresas casi no pagan

En cuanto al Impuesto de Sociedades el informe confirma que prácticamente no pagan impuestos. De hecho, de las 68.476 declaraciones de las empresas, un 40% no pagó por este impuesto porque sus declaraciones fueron negativas, pero otro 31% expresó ingresos inferiores a 6.000 euros, que no tributan. La cuota efectiva que pagaron en 2008 ascendió a 1.476,8 euros, cayó de los 1.970,1 millones de un año antes y del máximo de 2006, que llegó a 2.007 millones.

El tipo efectivo al que hicieron frente las empresas ascendió al 13,2%, menos de la mitad de lo que estaba prefijado. Un año antes, ese tipo medio se situó en el 15,4%, por lo que se demuestra que cada vez las empresas pagan menos por este impuesto. Según los datos que figuran en el informe oficial de las haciendas, en 2009 la recaudación por el Impuesto de Sociedades cayó a los 1.232 millones debido a la crisis económica. Sin embargo, en el informe se reconoce que en 2009 perdonaron impuestos por valor de 500 millones mediante el gasto fiscal.

46,6 millones recaudó Gipuzkoa con el Impuesto de Patrimonio durante 2009

En este momento de fuerte debate sobre la fiscalidad entre las haciendas forales, destaca que la Hacienda foral de Gipuzkoa recaudó en 2009 un total de 46,6 millones en el Impuesto de Patrimonio, que Araba y Bizkaia derogaron, aunque el total llegó 49,6 millones con los flecos de Araba y Bizkaia. Según el informe anual integrado, la cantidad de Gipuzkoa es un poco inferior a 2008, con 56,6 millones.

En 2004, por este impuesto las haciendas forales recaudaron 93,4 millones. Un año después llegaron a los 106,9 millones. En 2006, otros 127 millones y 154,2 millones un año más tarde. El máximo de recaudación se logró en 2008, cuando deciden derogarlo, ya que alcanzó los 181,3 millones y un año después se cerró con los 49,6 millones. J. BASTERRA

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