La jornada de ayer evidenció las diferencias ideológicas existentes en Euskal Herria. El patio interior de Lehendakaritza acogió dos formas muy diferentes de entender el Estatuto de Autonomía de Gernika, aprobado hace 32 años. Un marco jurídico idealizado ahora por los dos grandes partidos unionistas y un texto superado por las necesidades de la sociedad vasca según reiteran los dirigentes de las distintas formaciones abertzales.

La cita oficial sirvió para mostrar un careo entre las dos formas de entender el Estatuto. La posición abertzale estuvo representada por el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, mientras que la opción defendida desde Lakua tuvo como portavoz al mismo dirigente que asistió desde Estados Unidos al anuncio del cese definitivo de la lucha armada por parte de ETA.

Garaikoetxea, galardonado con la Cruz del Árbol de Gernika, subió al estrado de la sede de la Presidencia de la CAV bajo la atenta mirada de López. Con el micrófono a la altura de los labios y ante un centenar de personas, comenzó su esperado discurso. Sus primeras palabras fueron en recuerdo para las personas que compartieron con él su estancia en Ajuria Enea. Y mostró su orgullo por el acuerdo alcanzado hace 32 años: «Elegimos el camino político que había que elegir para afrontar los retos».

No obstante, como él mismo subrayó, después de tres décadas ha llegado el momento de «ensanchar» el actual marco jurídico aprobado en 1979. En opinión de Garaikoetxea, y en eso coinciden ya todos los agentes abertzales de Euskal Herria, el camino recorrido bajo la batuta del Estatuto de Gernika «se ha tornado angosto». Por ello, el histórico líder de EA reclamó un esfuerzo a los actuales dirigentes de la CAV para ampliar el marco estatutario «hasta los límites que marque la voluntad del pueblo vasco».

Las declaraciones de Garaikoetxea fueron despedidas con un sonoro aplauso... y respondidas casi de inmediato por el actual lehendakari. En su intervención, Patxi López afirmó que el Estatuto de Gernika otorga el «autogobierno al País Vasco», una autonomía legislativa que, a su parecer, se ha convertido en «el punto de encuentro de la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca».

El último paso de López ha sido decretar como jornada festiva el «Día de Euskadi». Una fiesta que debería ser «un símbolo de unidad, porque hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan». «Éste es el día de la igualdad, en el que todas las personas manifiestan su reconocimiento al otro», afirmó.

Ausencias destacadas

Sin embargo, la «unidad» defendida por López quedó ensombrecida por las notables ausencias de los diputados generales de Bizkaia -José Luis Bilbao- y de Gipuzkoa -Martin Garitano-, quienes previamente habían expresado su rechazo a la jornada instaurada por el actual Ejecutivo de Lakua.

Cabe destacar que los pocos representantes abertzales presentes en el acto justificaron su asistencia alegando responsabilidades institucionales o personales, evidenciando también su desacuerdo con la celebración del «Día del Estatuto».

Por ejemplo, los representantes de EA, entre los que se encontraba Pello Urizar, Unai Ziarreta, Ikerne Badiola y Juanjo Agirrezabala, entre otros, subrayaron que su asistencia al acto estaba motivada por la presencia de Garaikoetxea entre los galardonados. En el mismo sentido, los jelkides Iñigo Iturrate y Mikel Martínez acudieron como miembros de la Mesa del Parlamento de Gasteiz, no como cargos del PNV.

Quienes sí acudieron gustosos fueron los dirigentes del PP en la CAV, socios preferentes del Gobierno de López, y los representantes del PSE, tanto en Gasteiz como en Madrid.