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La imagen de la Iglesia católica en Irlanda, en su nivel más bajo

Casi la mitad de los ciudadanos de la católica Irlanda tiene una opinión desfavorable de la Iglesia, según un sondeo del instituto católico Iona. Dublín ha anunciado el cierre de tres embajadas, entre ellas la del Vaticano. Las relaciones entre ambos se han deteriorado a causa del escándalo de los abusos cometidos por sacerdotes pedófilos y encubierto por la Iglesia.

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El Gobierno de Irlanda ha decidido cerrar sus embajadas en el Vaticano, Irán y Timor Oriental como parte de un programa de recorte de gastos para cumplir con los compromisos del plan de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuantificado en 85.000 millones de euros. La decisión fue adoptada tras analizar la «correspondencia económica» de las misiones diplomáticas en el extranjero.

Unas horas después de que el Ejecutivo hiciera el anuncio, una encuesta reciente del instituto católico irlandés Iona constataba que el 47% de los irlandeses, tradicionalmente fervientes católicos, tiene una opinión desfavorable de la Iglesia -el 28% de ellos, muy desfavorable-, frente al 46% que piensa que las enseñanzas de la Iglesia son favorables para la sociedad.

Este sondeo fue realizado en setiembre, tras el ataque en julio del primer ministro irlandés, Enda Kenny, contra las más altas instancias de la Iglesia católica, acusada de haber encubierto los abusos a menores cometi- dos por sacerdotes católicos.

Entre otras acusaciones el taoiseach (primer ministro) afirmó que el Vaticano ha alentado a los obispos irlandeses a no denunciar a los sacerdotes pederastas, al tiempo que advirtió al papa Benedicto XVI de que la religión «no dirige Irlanda», donde impera la ley civil.

Kenny respondía así a la publicación de un informe sobre abusos cometidos por sacerdotes católicos en la diócesis de Cloyne, en el condado sureño de Cork, en el que se acusaba a sus responsables eclesiásticos de obstaculizar las investigaciones de las denuncias y de proteger a sus miembros.

«Deterioro aún mayor»

«El ataque de Kenny contra el Vaticano demostró claramente que la imagen de la Iglesia católica en Irlanda se encuentra en su nivel más bajo, y la noticia del cierre de la embajada de Irlanda ante la Santa Sede representa un deterioro aún mayor», aseguró David Quinn, responsable de Iona al diario «Irish Independent».

«Podemos decir que algo más de una cuarta parte parte de la opinión pública puede considerarse anticatólica, una minoría significativa», señaló Quinn, quien agregó que «a la vista de la intensa y comprensible ira contra la Iglesia durante los últimos años a causa de los escándalos, es un pequeño milagro que casi la mitad de nosotros todavía crea que las enseñanzas de la Iglesia con beneficiosas para la sociedad».

De hecho, aunque la decisión del Gobierno de Dublín de cerrar la Embajada en el Vaticano, entre otras, ha sido justificada con argumentos puramente económicos, algunos observadores quiere ver en esa decisión una señal más de las tensiones que en los últimos meses han dominado las relaciones entre el Vaticano e Irlanda.

El jueves, el viceprimer ministro y titular de Asuntos Exteriores irlandés, Eamon Gilmore, anunció con «la mayor pena» el cierre de las embajadas ante el Vaticano, Irán y Timor Este, pero aseguró que el Estado necesita reducir su nivel de gasto y «ningún área del presupuesto del Gobierno puede ser inmune a las necesidades de ahorro». El cierre de estas tres embajadas permitirá a Irlanda ahorrar 1,25 millones de euros al año.

«Embajador no residente»

Gilmore, que lamentó especialmente la clausura de la sede diplomática en el Vaticano, afirmó que Dublín puede estar representado por un «embajador no residente», habida cuenta de que esta legación, una de las más antiguas que tiene Irlanda ya que data de 1929, no deriva en ningún beneficio económico, informó «The Irish Times». La misma razón dio en el caso de Irán, donde Irlanda cuenta con embajada desde 1976, ya que, según Gilmore, el volumen comercial bilateral «ha caído por debajo de las expectativas». También en este caso Irlanda resolverá la cuestión con una persona acreditada pero sin residencia permanente.

En el caso de Timor Oriental, donde Dublín seguirá manteniendo su programa de ayuda, «nuestro embajador en Singapur estará acreditado en Dili», según adelantó el ministro, quien dejó la puerta abierta a revisiones en otros países.

El viceprimer ministro tuvo que salir ayer a defender la decisión de cerrar la wmbajada ante el Vaticano después de que la Iglesia católica de su país criticase la medida.

El primado irlandés, Sean Brady, dijo sentirse «profundamente decepcionado» y afirmó que Dublín ha demostrado «la poca consideración» que el Gobierno tiene hacia «el importante papel que desempeña la Santa Sede en las relaciones internacionales».

1,25 millones

Eamon Gilmore aseguró que el Estado necesita reducir su nivel de gasto y «ningún área del presupuesto del Gobierno puede ser inmune a las necesidades de ahorro». El cierre de las embajadas en el Vaticano, Irán y Timor Oriental permitirá a Irlanda ahorrar 1,25 millones de euros al año.

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