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Otra goleada, esta vez en el Bernabéu

Sin fondo de armario, otro gigante que se atraganta

Con una defensa suplente, los rojillos llegaron a complicarle la vida al Real Madrid en la primera media hora, incluso empatándole, pero luego los merengues fueron una apisonadora sin freno.

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REAL MADRID 7

OSASUNA 1

Natxo MATXIN

Decididamente, Osasuna no sabe hacer de David. Los dos Goliath de la Liga le han pasado por encima con sendas palizas soberanas, aunque la de ayer del Bernabéu tiene cierta disculpa por la mejor imagen que se dio en la primera media hora, por tener que jugar en inferioridad durante los últimos treinta minutos y por el cúmulo de bajas con el que tuvo que hacer frente la escuadra navarra a tan comprometido desplazamiento. Que el equipo finalizase jugando con el lateral zurdo suplente del Promesas es sintomático de las condiciones con las que tuvo que afrontar el partido.

Una línea defensiva suplente -ausentes Marc Bertrán, Roversio, Sergio y Raitala- y la necesidad de convocar a tres futbolistas del filial para completar la lista eran la tarjeta de visita rojilla. Demasiados hándicaps para un envite sobre el que planeaba el precedente del Camp Nou y que finalmente acabó transcurriendo por los mismos lamentables derroteros.

No obstante, los once que saltaron al césped, a excepción de Satrustegi, forman parte de la primera plantilla, aunque alguno no lo pareciese por su juego, por lo que las bajas pueden ser excusa para encajar una derrota -no tan abultada-, pero nunca para bajar los brazos de manera patente en el último tramo del envite. Otros rivales de parecido nivel han plantado bastante más cara a los dos todopoderosos clubes y Osasuna siempre se ha caracterizado por no perder su espíritu combativo independientemente de los guarismos que hubiese en el electrónico.

Un coraje que mantuvo, en cualquier caso, durante la primera media hora de un choque, en el que hubo tres momentos decisivos para que los de Mendilibar acabasen hincando la rodilla con estrépito. Tras no derrumbarse ante el primer gol local, los encarnados fueron incapaces de sacar provecho de un empate fruto de la astucia de Raúl García. Sólo tres minutos mantuvo Osasuna el 1-1, escaso periodo de tiempo como para que los nervios se apoderasen de los anfitriones.

El problema no fue encajar el segundo, sino permitir que el Real Madrid ampliase su ventaja con la tercera diana merengue, otro lance determinante. Para el descanso, la sensación ya era de que el encuentro estaba finiquitado. Ese tercer gol hizo mucho daño en el ánimo rojillo y abría una brecha que se antojaba infranqueable, a diferencia de lo que hubiese supuesto marcharse a vestuarios con una mínima desventaja.

Pobre balance defensivo aéreo

Para los más optimistas, hasta un segundo tanto navarro podía meterle de nuevo en la pomada, esperanza que se vio alimentada con la lesión de Di María, momento en el que los locales vivieron minutos de indefinición, que rompieron gracias a su espectacular salida a la contra. El penalti y posterior expulsión del debutante Satrustegi -tercera jugada definitoria- decapitó tal posibilidad y, ya con uno menos sobre el terreno de juego, el Real Madrid se dedicó a darse un festín por parte de sus hombres ofensivos, consiguiendo jugar a placer y obteniendo sus otros cuatro goles restantes.

Lo cierto es que a esa efectividad merengue también contribuyeron varias deficiencias de Osasuna. Como su pobre balance defensivo aéreo -los locales anotaron cuatro goles de cabeza y remataron con la testa algunas ocasiones más-, la permisividad que hubo a la hora de permitir triangulaciones rivales al borde del área local, o la incapacidad para salir con el balón controlado, con lo que el contrario vivía en la parcela rojilla.

Tampoco se supo contrarrestar la gran movilidad de la vanguardia madridista ni la forma de taponar unas bandas donde los centros de Di María eran medio gol y las penetraciones de Özil -la marca de Puñal no surtió efecto- dejaban en franquicia a los goleadores Cristiano Ronaldo y Benzema.

«La verdad es que no puedo sacar nada positivo. Lo mejor es olvidarlo cuanto antes»

El técnico rojillo, José Luis Mendilibar, tiró del pasado precedente en el Camp Nou para encontrar el mismo antídoto ante la nueva goleada: olvidarla cuanto antes. El problema es que ahora habrá que esperar dos semanas para el siguiente envite liguero.

«La verdad es que no se puede sacar nada positivo. Lo mejor es olvidar esto cuanto antes», se mostró, contundente, el preparador de Zaldibar. «Duele mucho perder así, pero al final son tres puntos», añadió.

La realidad es que los enfrentamientos ante los más grandes no reflejan la trayectoria regular de Osasuna en la competición liguera. «Quitando dos partidos, en los demás hemos competido y eso es lo que tenemos que mirar, y no hacerlo cuando nos enfrentamos a Barcelona o Real Madrid, sino a los equipos de nuestra liga, con los que somos capaces de competir y ganar», manifestó.

En cualquier caso, el míster osasunista sí que entró al detalle de una jugada que no le gustó especialmente, la del cuarto gol. «No por el penalti ni la expulsión, sino porque ha sido con un contraataque nada más salir del descanso. Nos pueden ganar como en el primer tiempo, porque son más fuertes en centros al área, pero no porque regalemos», censuró.

Por su parte, el entrenador merengue, Jose Mourinho, alabó el trabajo de la escuadra navarra en la primera parte. «Han estado bien organizados y cerrados atrás, crearon dificultades y nos ha costado entrar en el partido», dijo. N.M.

La tercera mayor goleada encajada en el Bernabéu

El 7-1 cosechado ayer en el Bernabéu es la tercera goleada más amplia encajada en el feudo merengue. Hay que remontarse a la década de los cincuenta para buscar marcadores más abultados. En la 58-59 el resultado fue de 8-0, mientras que en la siguiente el electrónico reflejó un 7-0 final. Por otro lado, la plantilla osasunista regresa hoy al trabajo -Tajonar, 10.00- en un jornada que será de recuperación para los titulares.

El juvenil gana por la mínima en casa del Berceo

El equipo juvenil de División de Honor se impuso por la mínima (0-1) en su desplazamiento al campo del Berceo y, gracias a este triunfo, se encarama a la cabeza de la tabla. No tuvo tanta suerte el de Liga Nacional, que perdió en Tajonar (0-1) frente al Valle de Egüés. El resto de conjuntos -cadetes e infantiles- se impusieron con comodidad a sus rivales.

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