Los inversores siguen de cerca los acontecimientos de Grecia, a pesar de que la amenaza del referéndum sobre el plan de rescate haya desaparecido. Se espera, además, una pronta solución a la crisis política con la formación de un gobierno sin Papandréu y la celebración de elecciones en diciembre, única vía para percibir los 8.000 millones del sexto tramo del primer rescate y los 130.000 millones de euros previstos para el segundo. De otro lado, la presión sobre los estados periféricos y su deuda sigue siendo un freno para los mercados de renta variable, que no ven el momento en que se relaje el diferencial con el bono alemán. Ayer, Italia, con Berlusconi en la cuerda floja, elevaba su prima de riesgo por encima de los 480 puntos básicos, mientras que para la deuda española acariciaba los 390 puntos básicos. Así las cosas, los conflictos políticos en Grecia e Italia provocaron gran inestabilidad hasta el mismo cierre. El Ibex retrocedió un 1,40%, hasta los 8.476,40 puntos. Las cesiones en Londres (-0,30%), Fráncfort (-0,63%) y París (-0,64%) fueron inferiores. En el Ibex, Telefónica, que repartió 3.514,30 millones de euros en dividendos, terminó con un recorte del 0,63%. Santander restó un 2,44%, y BBVA un 0,91%. Por el contrario, Iberdrola y Repsol sumaron más de un 1%. Los mejores del selectivo fueron Abengoa (+3,86%) y Mediaset (+3,24%), y el peor IAG (-5,07%). En París, Alcatel-Lucent se hundió un 7,67%, tras recibir una rebaja de recomendación. También Carrefour (-2,57%) era castigado por el mismo motivo. Los títulos de GDF Suez (+2,04%) lideraron a los ganadores.