Amaiur es la gran novedad de estas elecciones y Sabino Cuadra encabeza, que no necesita presentación en los ámbitos de izquierda y abertzales de Nafarroa, lidera su lista en el herrialde. El reto factible de llegar al Congreso le estimula, y de hecho dirige su mensaje de tú a tú a UPN-PP.

En su perfil destaca su compromiso de años en movimientos sociales y sindicalismo. ¿Cómo se plantea su presencia en un lugar que puede resultar tan inhóspito como el Congreso?

Las sensaciones han sido bastante contradictorias. En primer lugar, es cierto que me he criado en otras salsas que no tienen nada que ver con las instituciones y mucho menos con las madrileñas, aunque fui concejal de Burlata en la primera legislatura. Por ello, plantearte, con posibilidades reales, ir a Madrid crea bastantes contradicciones. Nos vamos a encontrar en un medio hostil, en el que los árbitros están comprados, las cartas están marcadas y las leyes las han hecho ellos. Las pocas veces que nuestro pueblo ha hablado, con la Constitución, con la OTAN o incluso cuando fueron a entregar el Estatuto de Ibarretxe, nos han dado un portazo y nos han dicho que no les importa tres pimientos lo que creamos. Trabajar en un medio ajeno y agresor es complicado. Y más aún para una persona que se había jubilado el año pasado y que pensaba que iba a vivir un poco tranquila a partir de esas fechas. Después de hacer una consulta con personas de alrededor, recibí bastantes más ánimos que desánimos. Y ése fue el último empujón para disipar dudas. A ello hay que añadirle que el grupo parlamentario que Amaiur va a formar está integrado por personas que son una maravilla.

¿De quién se va a acordar cuando pise la alfombra del Congreso si es elegido?

Me acordaré de la gente de la que me acuerdo todos los días. De la gente de mi barrio, del Casco Viejo de Iruñea, de la gente con la que has estado trabajando en el sindicato, de los que sales al monte una vez a la semana, de los prejubilados, de las mozas feministas con las que tengo mucha relación... Y me acordaré de esa gente, con todos sus problemas, con todas sus ilusiones, con todos sus deseos de que se den fuertes pasos en bastantes direcciones: en la vía de la soberanía para nuestro pueblo para que tengamos voz, palabra y decisión; en la vía de la solución al conflicto, en la que ya se han puesto bastantes carriles pero hace falta que se pongan bastantes más por parte de otros entes; en la vía de abrir brechas para conseguir un cambio político y social profundo...

¿Serviría un diputado navarro de Amaiur para visualizar que frente a UPN y sus aliados PP y PSN hay una sociedad que reclama otro modelo de gestión y de participación ciudadana? ¿Estar en Madrid es también una manera de decir que otra Nafarroa es posible?

Sí, porque el discurso navarrón, que no navarrista, de UPN es el que ha predominado en el Congreso durante décadas. Y el discurso que ha tenido allí el PSN no se ha apartado ni un ápice del de UPN, hasta llegar al momento actual, en el que gobiernan juntos. El otro día vino José Blanco a Iruñea a decirnos «que viene la derecha» cuando fue él quien obligó a su sucursal de aquí a dar sus votos a favor de un gobierno de la derecha. Fue él quien nos trajo este nuevo gobierno de UPN. Es fundamental presentar en Madrid a la Navarra rebelde, la que el otro día sacó a 20.000 personas a la calle para defender la enseñanza pública, la que aparece en las fiestas de los barrios o en las reivindicaciones contra el TAV, pasan- do por todas las luchas feministas o por los jubilados que defienden pensiones dignas. La apuesta que hacemos es que Amaiur sea la alternativa a la derecha. En estas elecciones el PSN es un cero a la izquierda, como vemos en el Gobierno estatal, donde es la voz del capital. Y en Navarra hay una opción de derecha, que es UPN, y una voz, la de Amaiur, que representa a todas las voces populares.

En esta pasada legislatura, en Madrid ha estado representada NaBai. Dos de los partidos que formaban esa coalición se han integrado ahora en Amaiur. ¿Se consideran herederos de ese trabajo?

Lo más importante es que nuestra confrontación se dirige esencialmente contra UPN-PP. En estas elecciones, en Euskal Herria la disyuntiva no es Rajoy frente a Rubalcaba sino Nafarroa y Euskal Herria frente a Madrid. Queremos que se reconozcan todos nuestros derechos, no sólo los políticos sino también los económicos, sociales y culturales. Queremos ser soberanos en todo. Nuestro enemigo político es UPN-PP y aquí vamos a centrar todos nuestros esfuerzos. Por eso, les hemos emplazado públicamente a debatir ante la sociedad sobre la realidad actual y el futuro de Nafarroa y sobre la situación del proceso de paz y normalización política.

Efectivamente, en Amaiur hay fuerzas que han participado en NaBai y las opiniones que pueda haber sobre su gestión son distintas. Lo que queda de NaBai que no está representado en Amaiur no es nuestro enemigo, pero Amaiur es el marco mayor de unidad de fuerzas soberanistas y de izquierdas en Nafarroa y en Euskal Herria. Queremos hacer hincapié en esto porque la situación política que vivimos requiere dar pasos en esta dirección.