Maite SOROA | msoroa@gara.net
Tras las encuestas
Después de la broma protagonizada el viernes pasado por el CIS, en los últimos días se han publicado encuestas electorales menos susceptibles de ser tomadas a risa, aunque siempre cumpliendo la máxima de que quien paga el sondeo normalmente suele salir bien parado. Así, el Grupo Noticias difundió ayer una prospección según la cual PNV y Amaiur se disputarían la primacía en la CAV por un puñado de votos, y «ABC» hacía otro tanto, en este caso con datos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. El diario de Vocento, poco sospechoso de connivencia con la gente de izquierdas y los independentistas, auguraba entre cinco y seis diputados para Amaiur, y claro, al editorialista casi le da un patatús. En una pieza titulada significativamente «Primero Bildu, ahora Amaiur», que sonaba a «si no quieres taza, toma taza y media», se lamentaba porque «en seis meses, desde las elecciones municipales, la izquierda proetarra habrá ganado más terreno político que nunca», y claro, sin poder asumir que la ciudadanía es soberana para elegir en las urnas, empezó a buscar culpables.
Y, mira por donde, los encontró en Ajuria-Enea. Para «ABC» «las lecciones de esta encuesta señalan a los socialistas vascos como responsables de no haber sabido aprovechar la mayoría autonomista salida de las elecciones autonómicas de 2009 para reformar profundamente la política vasca». Se le olvida mencionar que esa «mayoría autonomista» no fue tal, sino consecuencia de un pucherazo.
Pero insiste en su tesis: «En lugar de contrarrestar la hegemonía nacionalista en el País Vasco, el PSE ha querido amarrar la fidelidad del Partido Popular y, al mismo tiempo, ganarse la condescendiencia del nacionalismo». Pues servidora cree que, si algo han intentado López y compañía, ha sido meter mano en la opinión pública. Ahí tenemos el ejemplo de EITB. Pero para el diario centenario y carca, no es suficiente: «Su falta de audacia al frente del Gobierno de Vitoria y su apoyo constante a la legitimación de la izquierda proetarra han sembrado la confusión y la incertidumbre sobre el papel del socialismo vasco en lo que pudo haber sido una nueva etapa de verdadero pluralismo democrático». Me parece que en el próximo editorial le van a «insinuar» a Basagoiti que deje caer a López, porque ya no les sirve. Un juguete roto, eso va a acabar siendo el de Coscojales.