ELECCIONES EN UN NUEVO TIEMPO
El remo de Rubalcaba, el Titanic de Rajoy y la ciudadanía vasca
En Euskal Herria llevamos mucho tiempo defendiendo que el único camino posible es la soberanía, en lo político, pero también en lo económico. Un defensa más necesaria cada empleo perdido, cada desalojo ejecutado, cada...
Angel ORDOÑEZ Periodista
Acaso sea tan sólo una impresión, pero parece que el PSOE se está currando más la campaña que el resto de los partidos. Es decir, más que el PP. Tiene su lógica. No es lo mismo viajar río abajo y en barco de recreo que remar contra la corriente en una vieja canoa que hace agua por cada rendija. Rajoy, seguro de su victoria, se fuma un puro viendo el paro subir, la bolsa bajar y a Pepiño con la soga al cuello. Mejor no tratar de arreglar lo que no está roto, debe pensar el gallego impasible. Rubalcaba, y su sudoroso equipo, por la mañana se pringa en la cocina con las encuestas del CIS, se maquilla por la tarde para el debate en la caja tonta y por la noche quiere soñar con que angelitos vascos y catalanes le van a sacar las castañas de un fuego que ya le chamusca las barbas. Pero cuando Alfredo cierra los ojos, pesadilla tras pesadilla. No tiene descanso, el hombre.
Acertabas, estimado Antonio, cuando decías ayer en este espacio que la gente no ha hecho una reflexión serena y profunda sobre la crisis económica y la gestión que de ella han hecho los partidos en Madrid. Pero lo cierto es que no se lo han puesto nada fácil, especialmente desde el PSOE. Su política económica y social ha estado regida por una suerte de esquizofrenia que se mueve a bandazos entre una difusa nostalgia postfranquista -que ahora trata de fomentar con Felipe González, con Alfonso Guerra e incluso con la visita de Zapatero a Ajuria Enea- y la sumisión más vergonzante a los feroces grupos de presión interplanetarios. Para hacer política neoliberal, pensarán muchos, que se suban los de la gaviota, que de eso saben bastante más. ¿Turba? Claro que turba, y yo diría más, acojona.
Por algo de todo esto y por muchas cosas más, en Euskal Herria llevamos mucho tiempo defendiendo que el único camino posible es la soberanía, en lo político, pero también en lo económico. Una defensa que se torna más necesaria cada empleo perdido, cada desalojo ejecutado, cada euro defraudado, cada... cada minuto que pasa. Imprescindible para avanzar hacia una sociedad más equilibrada, más justa, regida por esa ciudadanía que desde Madrid, pero nunca más cerca de Euskal Herria, reivindica Antonio Alvarez-Solís. Queda campaña, compañero, seguiremos insistiendo.