El consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo de Gasteiz, Carlos Aguirre, justificó ayer el recorte de un 7% en la partida de apoyo a quienes están en situación de pobreza y exclusión social porque dijo que «sería insostenible mantenerlas»

Aguirre trazó las grandes líneas del proyecto presupuestario en su conjunto, que asciende a 10.449 millones, un 1% menos que el actual, y que contempla, entre otras medidas, la congelación salarial de los empleados públicos, la reducción de un 7% de las cuantías de las ayudas sociales y un déficit máximo del 1,3% del PIB.

Ante el polémico recorte en las prestaciones de ayudas sociales, Aguirre defendió la propuesta «excepcional y temporal» y aclaró que el presupuesto de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), el complemento de vivienda y las Ayudas de Emergencia Social ascienden a 340 millones. El mantenimiento de esta política social, «que absorbe el 38% de los recursos destinados a este fin en el Estado español», resulta «insostenible», a su juicio.

No fue capaz, sin embargo, de explicar por qué se debe reducir en 23,8 millones el conjunto de ayudas sociales, cuando reconoció que la crisis económica ha agravado al mercado laboral. Además, el presupuesto de políticas sociales tan sólo representa un 3,5% del total presupuestario fijado en los presupuestos para la CAV en 2012.

En este sentido, hay que tener en cuenta que el 42,8% de los parados registrados en Lanbide no cuentan con prestación económica alguna.

El consejero Aguirre, en este caso, afirmó que «no se prevé que se empiece a crear empleo en Euskadi hasta el segundo trimestre de 2012, año en el que se estima que la tasa de paro se sitúe en el 10,8%, frente al 11% que se espera a finales de este año», dijo.

Sin embargo, añadió una coletilla porque anunció que «estas predicciones no valdrían si la economía europea entra en recesión».