«No entiendo cómo han circulado los rumores sobre mi dimisión. Carecen de cualquier fundamento», afirmó rotundo el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, saliendo al paso de los rumores, que durante la mañana de ayer cobraron fuerza en algunos medios afines, sobre su eventual e inmediata dimisión. «Mañana -por hoy- se votan los Presupuestos del Estado (de 2010) en la Cámara (Baja), entonces plantearé una cuestión de confianza sobre la carta presentada ante la UE y el BCE. Quiero ver a la cara quién intenta traicionarme», espetó.

La alusión de Berlusconi a la «traición» de la que puede ser objeto se refiere a las últimas bajas de diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PdL), que se han pasado a la oposición por su desacuerdo con su comportamiento, en vísperas de una crucial votación en el Parlamento. Sus socios de la Liga Norte asumían ayer que el Ejecutivo no tiene mayoría parlamentaria, tal y como admitió el ministro italiano de Interior, Roberto Maroni, quien pidió «elecciones anticipadas» si «el Gobierno cae».

La última deserción ha sido la de la ex presentadora Gabriella Carlucci, una de las parlamentarias más fieles a Berlusconi, lo que ayer aumentó la incertidumbre sobre la supervivencia del Gobierno. Carlucci anunció el domingo por la noche su paso a la Unión de Demócratas y de Centro (UDC). La diputada señaló que «Berlusconi tiene que dar un paso atrás y permitir a otra persona del centro derecha formar un Gobierno capaz de conseguir una mayoría más amplia y de unir fuerzas con partidos como la UDC que trabaja para el país».

Otros dos diputados del PdL se han pasado a la UDC y un tercero, al grupo mixto. Alguno más ha anunciado su intención de abandonar el PdL y de no volver a apoyar una cuestión de confianza al Gobierno.

La prensa italiana explicaba ayer que con Carlucci serían cerca de una veintena los diputados de la mayoría parlamentaria que Berlusconi ha logrado mantener a duras penas que no votarían a favor del Gobierno en la próxima votación en la Cámara de los Diputados, prevista para hoy, dejando al Ejecutivo en minoría.

Elecciones posibles

El ministro Maroni precisó el domingo que «si el PdL no consigue recomponer sus filas, habrá que asumir que ya no hay mayoría» y agregó que «es técnicamente posible convocar elecciones anticipadas en el mes de enero», aunque la decisión depende del presidente de Italia, Giorgio Napolitano. Explicó que su partido está dispuesto a aceptar cualquier solución, salvo la entrada de otros partidos, como la UDC, en la coalición de Gobierno. Y subrayó que si el Ejecutivo es incapaz de respetar los compromisos asumidos con la UE «es mejor que declare que no es capaz de hacerlo y deje al presidente decidir qué hacer».

Tras las deserciones en el PdL, su secretario general, Angelino Alfaro, el subsecretario de la Presidencia, Gianni Letta, habrían presionado a Berlusconi para que dimita, informó el diario «La Repubblica».

También el domingo, Berlusconi insistió en que cuenta con la mayoría en la Cámara de los Diputados y que continuará la legislatura hasta 2013, confiando en recuperar los votos perdidos y conseguir así llegar a los 310 diputados necesarios.

Hoy se volverán a votar los Presupuestos del Estado que el Gobierno no consiguió sacar adelante en octubre y que obligó a Berlusconi a someterse a una cuestión de confianza, que superó por poco, en la Cámara Baja. La votación es crucial para comprobar quién le sigue siendo fiel, aunque probablemente no habrá problemas para sacar adelante las Cuentas ya que la oposición podría abstenerse para permitir la ratificación del balance presupuestario, tal y como ha pedido Napolitano, informó Efe.