El ex presidente del Gobierno español Felipe González se convirtió ayer en el principal reclamo de la jornada electoral del PSE. Azuzó a sus fieles en el mitin que compartió con Patxi López y Eduardo Madina en el Teatro Campos Elíseos de Bilbo, con un discurso basado en la importancia de apoyar con el voto en las urnas a Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien atribuyó cualidades de estadista para sacar al Estado español y a la UE de una profunda crisis. Alardeó también de su capacidad para gestionar «la articulación de una convivencia basada en el respeto y en la libertad del otro».

Felipe González fue el cabeza de cartel con el que el PSE logró llenar las 800 localidades del Teatro Campos Elíseos. Ante una veterana parroquia, el ex presidente defendió la política económica impulsada por José Luis Rodríguez Zapatero, al igual que lo hizo de la reconversión industrial que acabó con miles de empleos en los años 80, apostando por «una política de ajustes más suave, concertada en Europa, sin obsesionarse», como defiende el candidato del PSOE.

Fue un discurso en clave española y con recetas para afrontar la crisis mirando a Italia, aderezado por el que ha sido señalado durante años como el «señor X» de los GAL con referencias a la nueva etapa que se ha abierto en Euskal Herria tras el anuncio de cese de la lucha armada por parte de ETA.

Precisamente, en el inicio del acto político, el secretario general del PSE y lehendakari, Patxi López, agradeció públicamente a Felipe González su «compromiso permanente» en la lucha contra ETA «en los años de plomo que le tocó gestionar».

Tras preguntarse «cómo es posible que sea la primera vez que podemos hablar aquí entre nosotros sin la amenaza del terror», el ex presidente manifestó que «la ausencia de violencia no es la paz, la paz es la articulación de una convivencia basada en el respeto y en la libertad de otro». Antes, López advirtió de que «nos toca cerrar heridas, nos toca aprender a ser libres, nos toca vencer definitivamente las actitudes totalitarias que aún perviven entre nosotros. Y para esta tarea, no es lo mismo Rubalcaba que Rajoy».

«Hemos conseguido el primer paso, sin el que no se puede hacer lo demás, y ahora -declaró después en su intervención Felipe González- tenemos que articular toda una estrategia para recuperar la convivencia, para que todo el mundo quepa con libertad, sea capaz de expresar sus opiniones, no amenace a otros y conviva en una sociedad extra, que vosotros la veis desde dentro con todo el sufrimiento que supone la crisis».

«Inyección de moral»

Respecto a la crisis, aseguró que el tejido industrial de la CAV es un factor determinante para su superación, añadiendo que ello fue posible gracias a la reconversión que emprendieron sus gobiernos. El ex presidente español remarcó que la CAV «tiene más posibilidades de enfrentarse y salir de la crisis con la enorme inyección de moral que supone la ausencia de violencia para todos, y sobre todo, para quienes tienen que apostar por el futuro de esta tierra».

González confesó que le preocupa la crisis italiana y cómo se ha desarrollado. «Hay que cambiar la política europea y, para cambiarla, hay que tener el valor y el coraje de decírselo a Angela Merkel», atribuyendo esta capacidad al candidato del PSOE y no a Mariano Rajoy.

«Los compromisos con y en Europa tienen que ser cumplidos pero también revisables, porque no es asumible que la obsesión con la deuda esté matando al enfermo» declaró, antes de defender un gobierno económico y fiscal en la UE, «porque el interés de Europa no es la suma de los intereses de cada país».

También el discurso de Patxi López se centró en la crisis, destacando el «compromiso» de los ejecutivos de Rodríguez Zapatero por salvar al Estado español de la quiebra. «Hemos tenido que hacer ajustes, recortes y sacrificios, pero gracias a eso, España no está como Grecia ni como Italia. Ese ha sido el gran objetivo de tanto esfuerzo y se ha conseguido. El Gobierno socialista ha salvado a España de la quiebra y la ha salvado, a pesar del PP», manifestó.

El lehendakari acusó al partido que le aupó a Ajuria Enea de haber realizado una política de desgaste al Ejecutivo del PSOE que podía haber abocado al Estado español a acabar como Grecia. «Quien juega de manera tan irresponsable con su país, no merece gobernarlo», afirmó.

«El voto socialista tiene que servir para salir juntos de la crisis, sin dejar a nadie abandonado en la cuneta, para que no se desmantelen ni privaticen los servicios públicos que tanto nos ha costado poner en pie, para seguir avanzando en derechos y libertades y no retroceder como quiere el PP», puntualizó.

Patxi López advirtió a quienes ocupaban el patio de butacas del teatro de que el 20N «se elige entre el modelo de la solidaridad y el modelo del `salvase el que pueda', entre el modelo del compromiso con el país y el de la desidia y el abandono más absoluto, entre el esfuerzo compartido y el `divide que algo queda', entre las cosas claras de Rubalcaba y la verdad oculta de Rajoy, entre unir y sumar o dividir y enfrentar».

PNV

Gerenabarrena alude a Urbina como «un listo que no sé ni cómo se llama»

Llegado el fin de semana anterior a las elecciones, el PNV elevó ayer al máximo el tono contra Amaiur. Hasta el punto de que el presidente del Araba Buru Batzar, Iñaki Gerenabarrena, aludió a su cabeza de lista en el herrialde, Iker Urbina, de modo despectivo. Le llamó «un listo que no sé ni cómo se llama», según explicó la agencia Efe. Indignado por la afirmación de Urbina de que hay una opción histórica de que los abertzales de izquierda tengan un diputado en Madrid por Araba, Gerenabarrena afirmó que el PNV es «el soberanismo» y preguntó «dónde han estado estos tíos en estos años».

En la misma línea, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, acusó a PSOE, PP e izquierda abertzale de hacer «una pinza» contra su partido y para «parar Euskadi». «Sólo el PNV puede hacer que Euskadi tenga futuro», añadió el líder del EBB.

Completó el acto el cabeza de lista del PNV por Araba al Congreso, Emilio Olabarria, que afirmó que Amaiur es «un voto de fe» porque está haciendo una campaña de «gestos puramente emocionales y con documentos de una determinada organización que dice que van a ser buenos», en alusión a ETA. Sostuvo que la coalición soberanista y de izquierda no tiene programa.

Mientras tanto, en Iruñea más de medio centenar de cargos y ex cargos electos de NaBai y de otras formaciones apoyaron la candidatura de Uxue Barkos al Congreso, representando a la coalición Geroa Bai, formada por los jeltzales, Zabaltzen y Atarrabia Bai. Barkos afirmó que con ellos ha llegado a las Cortes españolas «una forma distinta de expresar la identidad navarra».

PP

Basagoiti: «ETA ha cerrado la persiana y ahora, que cierre el negocio»

El líder vasco del PP, Antonio Basagoiti, hizo campaña ayer en Salamanca, donde paradójicamente afirmó que si Mariano Rajoy le llamara para participar en la política estatal, le diría que no porque «mi vocación es la política vasca».

Basagoiti explicó al electorado castellano que «ha sido un gran paso, y muy importante, que hayamos conseguido que ETA baje la persiana, pero ahora lo que tenemos que conseguir es que cierre el negocio definitivamente».

Junto a ello, defendió la actuación del Gobierno de Patxi López, al que apoya el PP, y consideró que en el caso de que hubiera sido en Ajuria Enea el equipo de Juan José Ibarretxe ETA «no hubiera dado el paso» de dejar definitivamente la lucha armada. En su opinión, lo ha hecho porque «se ha dado cuenta de que no podía seguir así». En general, consideró que en estos dos años largos en Lakua ha quedado claro que «se podía gobernar sin los nacionalistas».

Basagoiti subrayó además la necesidad de «llegar a consensos» con el PSOE en los temas referidos a ETA, después de asegurar que el PP «sabe lo que tiene que hacer». Preguntado por los encontronazos que ha habido entre ambos partidos durante estos años por la presión del PP sobre el Gobierno de Zapatero, el dirigente vasco destacó que su partido «no quiere hacer una guerra permanente» con el PSOE, sino al contrario.

I-E

Proponen una Ley Foral de Memoria Histórica en Nafarroa

Izquierda-Ezkerra (I-E) presentó ayer una proposición de Ley Foral de Memoria Histórica de Navarra, con la que se pretende «completar las principales demandas todavía pendientes en la materia».

La presentación de la iniciativa tuvo lugar en el marco de los actos electorales de I-E, en este caso en el Parque de la Memoria de Sartaguda, y pretendía recuperar la memoria histórica de quienes fueron muertos a manos del régimen franquista, para «restituir, reconocer y rehabilitar» su memoria, y localizar y en su caso exhumar sus restos.

En el acto intervinieron el parlamentario foral Txema Mauleón y el candidato al Congreso Pablo Archel, y se leyó un poema y colocaron unos ramos de flores en el muro del parque.

La propuesta de I-E aboga por la necesidad de aprobar el protocolo de exhumaciones y la realización de un mapa de fosas en Nafarroa, así como por actuar de forma directa en la recuperación de los restos de las personas desaparecidas, y por salvaguardar y proteger los lugares de enterramiento.