La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, abrió ayer en Trípoli una delegación de la Unión Europea (UE) y se reunió con el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdel Jalil, y con el recién nombrado jefe de Gobierno, Abdel Rahim Elkib.

Según Ashton, la apertura de esta delegación subraya el compromiso de la UE con el pueblo libio, tanto durante la transición política como a largo plazo.

«Estoy encantada de visitar Trípoli para expresar el apoyo constante de la UE a los esfuerzos del pueblo libio para construir una nueva Libia basada en el Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos», afirmó Ashton en una nota.

La alta representante de la UE también intervino en el primer foro sobre derechos de la mujer en Libia. En su intervención en la apertura del foto señaló que «la nueva Constitución debe reservar un lugar a los derechos de la mujer porque es una de las bases de la revolución libia».

Ashton ya abrió una oficina de la UE en Bengasi el pasado 22 de mayo y envió un equipo a Trípoli el 31 de agosto, después de que la capital fuera liberada, para preparar la apertura de la delegación comunitaria.

Desde el comienzo de la crisis, la UE ha proporcionado más de 155 millones de euros en «ayuda humanitaria» a Libia y ha movilizado equipos de protección civil y activos para «aliviar la difícil situación de los civiles», tanto en Libia como en las zonas fronterizas de sus países vecinos.

La Comisión Europea, por otro lado, prevé conceder unos 30 millones de euros para apoyar «la estabilización inmediata del CNT» y otros 50 millones para programas de apoyo a largo plazo sobre la base de evaluaciones de las necesidades que se llevarán a cabo en breve.

Enfrentamientos

Por otro lado, al menos dos personas fallecieron en un enfrentamiento entre milicias del CNT en las afueras de Trípoli, según informaron tropas desplegadas en la zona. La ausencia de un Ejército unificado y las luchas de poder entre las diversas facciones «rebeldes» han desatado múltiples enfrentamientos una vez dada por finalizada la guerra. Tres semanas después de que el CNT declarara «liberada» Libia, los analistas internacionales advierten de que la violencia podría resurgir entre las facciones armadas que están librando sus propias luchas para conseguir influencia en el nuevo Gobierno.