El derbi de Gal fue un buen ejemplo del peso de las tendencias. Todo sale bien cuando el viento va de cara y hasta el más mínimo detalle se tuerce cuando uno está en racha negativa.

En este caso fue una acción polémica la que decidió el encuentro a los doce minutos, cuando el colegiado expulsó a Gorka por penalti sobre Barranco. Penalti dudoso y expulsión injustificada. Eneko Romo transformó y el partido terminó. Los locales dejaron la posesión al Lemona, que apenas inquietó a Otermin, mientras el cuadro irundarra buscaba la contra para tratar de rematar el encuentro. Lo consiguió, en una soporífera segunda parte, con el golazo de Iker Alegre.

El triunfo aúpa al Real Unión a la segunda plaza, mientras el Lemona ahonda su crisis, tras haber sumado sólo dos de los 24 últimos puntos.