El 100% de la plantilla de Nervacero secundó ayer un paro de 24 horas en protesta por la muerte de un trabajador el lunes en la empresa de Trapagaran. El fallecido, un hombre de 57 años, pertenecía a la empresa Montajes Eissen, subcontratada por Nervacero, y estaba reparando una fuga de agua debajo del horno de la empresa principal cuando comenzó a sentirse mal.

El presidente del comité de empresa, José Luis Iglesias, explicó que los 406 trabajadores que forman el personal directo de Nervacero y los operarios subcontratados, que no superan la veintena, respaldaron el paro para denunciar el fallecimiento del operario así como «la precariedad laboral y la situación en la que trabajan los subcontratados». Asimismo, advirtieron de que trabajan «en unas instalaciones de alto riesgo, y que, a pesar de que la empresa pone los medios para evitar siniestros laborales, cuando éstos suceden, se pone de manifiesto que no son los medios adecuados».

El comité de empresa está a la espera de la autopsia que determine las causas de la muerte del trabajador para saber si murió «de causas naturales como afirma la empresa» o debido a un golpe de calor por el «alto estrés térmico» del lugar en el que estaba trabajando.

Según explicó el comité de empresa, el recinto en el que se encontraba el fallecido está a altas temperaturas y con un gran porcentaje de humedad. Añadió que éstas circunstancias impiden que un operario pueda estar en dicho lugar durante más de 20 minutos. Por ello, exigen que se aclaren las circunstancias de la muerte.

El comité señaló que aunque se mantiene prudente hasta conocer las causas de la muerte, reclamará que se cumplan «al 100%» los protocolos de actuación en materia de seguridad, tanto para los trabajadores de Nervacero como para los subcontratados».

«Acusación directa»

Tras declarar el lunes que el departamento de Nervacero en el que trabajaba el operario no cumplía las condiciones de salud laboral adecuadas, por ser una sección «proclive a los golpes de calor», CCOO Euskadi puntualizó ayer que no formuló una «acusación directa» a la empresa. Añadió que corresponde a la inspección de Trabajo determinar las causas de la muerte. «CCOO no desea erigirse en juez y sacar conclusiones precipitadas, sino alertar de los peligros del trabajo en espacios con estrés térmico y de la necesidad de adoptar los protocolos adecuados», señaló el sindicato.