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ELECCIONES EN UN NUEVO TIEMPO

Más de 250.000 indecisos, objetivo de la recta final de esta campaña

Más de 250.000 ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria no habían decidido todavía su voto o ni siquiera si votarían cuando se realizaron las encuestas publicadas el pasado fin de semana. En un panorama tan apretado como el actual, donde algunos escaños dependerán de una pequeña cantidad de papeletas, la decisión que adopten estas personas se convierte en objeto de deseo de todas la candidaturas para mejorar, o no perder, los datos que les dieron los sondeos.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

La encuesta realizada por Invesco para GARA detectó la existencia de un 13,10% de indecisos cuando desarrolló su trabajo de campo a finales de octubre. Esto supone unos 290.000 potenciales electores. El sondeo de CIES elaborado unos días después, en la primera semana de noviembre, hablaba de 280.000 indecisos e indecisas. Es decir, todavía más de una de cada diez personas censadas no tiene claro si acudirá o no a votar ni a qué candidatura lo hará en caso de acercarse a las urnas.

Se trata de una cifra muy considerable y que los partidos están teniendo en cuenta a la hora de tratar de activar el voto en estas últimas jornadas de campaña. Esos más de 250.000 potenciales electores pueden alterar el mapa que habían dibujado las propias encuestas, puesto que en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa hay al menos un escaño en disputa en un margen muy estrecho en cada herrialde.

Gipuzkoa, la más indecisa

De acuerdo a la encuesta realizada por Invesco, en Gipuzkoa había antes de comenzar la campaña unas 90.000 personas que todavía no sabían qué harían el próximo domingo. Es la circunscripción electoral vasca que mayor número de indecisos sumaba, aunque proporcionalmente tuviera algo menos que Nafarroa y Araba.

Se da por hecho que en Gipuzkoa Amaiur tiene asegurados dos escaños y PSE, PNV y PP, uno cada uno. El sexto en discordia puede convertirse en el tercero de la coalición soberanista o en el segundo de PSE o PNV. Y ésa es la pugna en la que están metidos ahora las tres formaciones.

Quién con mayor claridad ha apelado a la fuerza de cada voto ha sido el PNV. El presidente del GBB, Joseba Egibar, muy activo durante toda la campaña, ha pedido a sus afiliados y simpatizantes que busquen 1.500 votos, que son los que calcula que necesita el PNV para hacerse con un segundo escaño.

Dos han sido sus mensajes en este terreno. El primero, el de decir que ese escaño está en juego con el PSOE, aunque también esté por medio el tercero de Amaiur. Probablemente, Egibar pretendía no mencionarlo para evitar el efecto bumerán de acabar activando al potencial electorado de la coalición independentista. Por otro lado, el presidente del GBB insistía en la movilización de sus bases para ser la segunda fuerza por delante del PSOE.

El PSOE, tranquilo en Araba

Araba es el territorio con un mayor porcentaje de indecisos, un 16,10%, aunque por su menor población esto supone unas 40.000 personas. Lo previsible es un reparto de los cuatro escaños a razón de uno para cada candidatura, siendo la formación más votada el PP.

Para que el partido de Mariano Rajoy lograra dos diputados tendría que doblar en votos a la cuarta fuerza, lo que según los resultados de los pasados comicios forales y las encuestas no parece probable.

En todo caso, esa posibilidad está ahí y debiera movilizar el voto de PNV, Amaiur y PSOE. Jeltzales y soberanistas están haciendo hincapié en ello. Los primeros porque perder el diputado alavés pondría muy en cuestión la posibilidad de mantener grupo parlamentario. En el caso de Amaiur, su apuesta es conseguir por primera vez un diputado abertzale de izquierdas en esta circunscripción.

Por contra, el PSOE se muestra muy confiado. En una entrevista publicada ayer, Ramón Jáuregui hablaba de disputar la primera plaza al PP y de que, de todas formas, «en ningún caso dejaremos de ser la segunda fuerza». Aunque se trate de elecciones distintas, cabría recordar que el PSE es la cuarta fuerza en las Juntas Generales de Araba y que quedó a 5 puntos de Bildu y a 9 del PNV. En la encuesta de Invesco para GARA, también acababa colocada en cuarta posición. Es más, en ese mismo sondeo, el PSOE aparece como el partido que menor fidelidad de voto tiene en los cuatro territorios. Y su cuota más baja, apenas un 46,7%, es precisamente en Araba.

El segundo puesto de Nafarroa

Nafarroa se ha convertido también en un interesante campo de batalla electoral. La victoria de la coalición PP-UPN se da por hecha y lo único que podría estar en juego es si consigue sumar tres escaños o alguno de sus contrincantes le araña uno de ellos.

Una de las pugnas de estos comicios es la de quién será la segunda fuerza en esta circunscripción. La encuesta de Invesco para GARA daba ese puesto al PSN por un margen de apenas el 1% del voto sobre el censo. Sondeos posteriores inclinaban la balanza a favor de Amaiur. El comportamiento que a última hora puedan tener personas abertzales y militantes de la izquierda puede ser determinante para que la coalición logre ser la segunda fuerza e, incluso, obtener un histórico segundo escaño.

Geroa Bai, como le corresponde, trata también de movilizar a sus simpatizantes. Uxue Barkos dice «sentir» que la posibilidad de obtener representación en Madrid está «a milímetros».

Bizkaia dice tenerlo más claro

El territorio con un menor porcentaje de indecisos es Bizkaia, con un 8,8% según la encuesta de Invesco. Eso, sin embargo, son 83.55o personas.

En ese contexto, lo que está en duda es si la victoria del PNV se verá acompañada de 3 escaños o de 2. La encuesta de Invesco para GARA aseguraba el tercer diputado a la formación jeltzale, pero el sondeo de Lakua situaba a Amaiur a un o,5% de arrebatárselo, mientras que la de CIES para «Deia» fijaba el segundo escaño a Amaiur y el PNV se lo jugaba con el PP.

El PP reconoce que está intentando atraer a esa franja fronteriza del electorado que en autonómicas y forales vota al PNV y en la de Cortes, al PSOE.

los 1.500 de egibar

Joseba Egibar, presidente del GBB, ha cifrado en 1.500 los votos que necesita el PNV para conseguir el segundo escaño en Gipuzkoa, en detrimento del tercero de Amaiur o de la segunda plaza del PSE.

JÁUREGUI, confiado

Ramón Jáuregui, candidato del PSOE en Araba, dice que tiene asegurado el escaño y el segundo puesto en el territorio, con aspiraciones de disputar la victoria al PP. En JJGG es la cuarta fuerza desde mayo.

los del pp, fieles

El electorado del PP se muestra fiel a la sigla en los últimos años y así lo constatan las encuestas. Sus posibilidades de ampliar campo se centran en esa franja de gente que vota al PNV en autonómicas y forales, y al PSOE en las elecciones a Cortes.

La fidelidad de voto es en este caso una desventaja a superar

La fidelidad de voto que consigue mantener una candidatura es un tesoro, pues le asegura un suelo electoral sobre el que moverse en cada cita con las urnas. Sin embargo, para valorar cuántos indecisos pueden inclinarse por una determinada opción, resulta una desventaja.

Por ejemplo, según la encuesta que hizo pública el Gobierno de Lakua, quienes en las elecciones forales votaron a Bildu y Aralar (agrupados ahora en Amaiur) son los que más claramente tienen decidido que van a acudir a las urnas el domingo. Y, según el sondeo de Invesco para GARA, son también con diferencia los más fieles a su papeleta. ¿Dónde está entonces el problema para Amaiur? En que la mayoría de los que van a darle su voto ya se lo han dicho a los encuestadores y, por tanto, no son tantos lo que se encuentran en el apartado de indecisos. Es decir, tienen un caladero menor en el que pescar durante la campaña, por lo que habrá de esforzarse más en esta última txanpa para que no se le descuadren las cuentas de los sondeos.

Según los datos de Invesco, la fidelidad de voto de Amaiur es del 86,2%, un 20% más que la que tiene el PNV. Llamativamente, en Euskal Herria sólo hay otra sigla que tenga una fidelidad de voto por encima del 80%. Es el PP, con un 81%. De ahí que el partido de Rajoy no esté experimentando en los últimos años ni espectaculares subidas ni grandes caídas en los cuatro territorios vascos.

Por contra, la fidelidad del voto del PSOE está en mínimos. Un 55,2% en el conjunto de las circunscripciones. Y esto suena amenazante cuando el mayor problema al que se enfrenta ese partido es que buena parte de su electorado se ve defraudado por su política económica mientras que parece no sentirse amenazado por la campala y las propuestas del PP. I.I.

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