En la última visita electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba a Euskal Herria, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno español llamó en el BEC de Barakaldo a recabar hasta el 20N el apoyo de los votantes desencantados para frenar el recorte de derechos que, según alertó, llegará con la victoria de Mariano Rajoy. Aunque la intervención más contundente corrió a cargo del secretario general del PSE y lehendakari, Patxi López, que acusó al PP de romper la cohesión del Estado español «para sacar réditos electorales» poniendo como ejemplo la decisión del Gobierno de La Rioja de dejar sin atención sanitaria a 11.000 alaveses.

Con bastante retraso sobre la hora anunciada, por imperativos de las conexiones televisivas, Pérez Rubalcaba, López y Eduardo Madina llama- ron a los militantes ldel PSOE a buscar el respaldo hasta el último suspiro ante la cita del domingo. El candidato a la Presidencia reconoció que no tiene la fórmula para salir de la crisis, aunque se comprometió a que mientras no mejore la coyuntura económica «los españoles tendrán un hospital digno, una buena escuela, prestaciones por desempleo y unas jubilaciones hasta el final de sus días».

Discurso en clave española, por aquello de las conexiones televisivas, dejando las referencias a Euskal Herria, por cierto también muy escasas y repetitivas -el papel del PSE en la lucha contra ETA-, al lehendakari. Patxi López olvidó por unos minutos que gobierna gracias al PP, aunque sea la franquicia dirigida por Antonio Basagoiti, arremetiendo contra este partido.

Al igual que sus otros compañeros de cartel -que hoy repetirán en Málaga con otros dirigentes del PSOE- el inquilino de Ajuria Enea trató de ensalzar la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero en «la conquista de derechos», recordando que la universalización del sistema público sanitario y educativo corrió a cargo de su formación.

Aprovechó para recordar a tres víctimas de ETA -Ernest Lluch, Fernando Buesa y José Ramón Rekalde-, a quienes atribuyó logros en el pasado en el establecimiento del sistema público de salud universal y en el educativo. «Hemos tenido ideas, programas y personas dispuestas a cambiar el mundo y cayeron víctimas de la sinrazón totalitaria de ETA», dijo.

El sí a la guerra del PP

En su afán por diferenciar programas y gestión, López recurrió al apoyo del PP a la guerra de Irak, olvidando los respaldos del PSOE a otras operaciones militares en los ocho años de gobierno.

El lehendakari no perdió la ocasión de emplear en sus ataques al PP el conflicto que mantiene su Ejecutivo con el de La Rioja por la asistencia sanitaria. Le recordó a su homólogo riojano que Osakidetza ha efectuado «más de 225 transplantes de riñón» a ciudadanos de esa comunidad autonómica, por valor de 20 millones de euros, «y no hemos pedido contraprestación alguna, porque entendemos que la igualdad ante la enfermedad, la solidaridad y la cohesión del país están por encima del beneficio» partidario.

«Lo que pasa es que, para el PP, todo vale para hacer política y atacar al adversario. Y le importa poco, enfrentar a unas comunidades con otras; a unos ciudadanos con otros y romper, su bendita España, con tal de sacar unos cuantos votos», remarcó Patxi López.