Me dirijo a este periódico para que con la mayor celeridad publique las reflexiones de «un padre muy cabreado».

Cándido Erro Martinicorena, padre de una joven discapacitada, quiero manifestar ante toda la opinión Navarra la indignación que siento, y creo que será la de todos los que como yo tienen hijos discapacitados a su cargo, por el hecho de que en el BON del pasado día 2 de noviembre, nº 217, han retirado las cuantías económicas que nuestros hijos recibían según el grado de incapacidad y que fueron dictaminadas en su día por la aplicación de la Ley de Dependencia.

Muchos son los recortes que se prevén ante la crisis actual; pero que esos recortes reviertan entre los ciudadanos más vulnerables de la sociedad, mientras los políticos y altos cargos con sus sueldos, cesantías y demás prebendas, están engordando su poder adquisitivo de forma descarada, cuando no intolerable, es al menos insultante para con sus ciudadanos y especialmente los más indefensos.

Cuando en 2007 se concedió a mi hija una cuantía de 365 euros mensuales (hoy 390, algo más de 10 euros diarios por 15 horas de cuidados tras su llegada del centro de día) como concurso de «tercera persona» que pudiera ayudarle a su mejor integración social, seguro que se obró en justicia y se pretendió que conviviera con su familia. ¿O se pretende ahora que sean internados en residencias que no existen, gestionadas casi todas ellas por entidades privadas? Pues bien, cuatro años después, cuatro años de más deterioro del discapacitado, cuatro años más a las espaldas de sus cuidadores, lejos de mejorar, la actual directora de Bienestar Social, la señora Torres, del PSE por más señas, y con la aquiescencia de UPN con quien comparte Gobierno, tiene la desfachatez de emitir esta decisión antisocial, procurando, sin duda, que las familias no nos enteremos antes de las elecciones del 20N, por el riesgo de que no se les vote, algo por lo que pienso esforzarme informando a todas las familias implicadas.

Ya está bien de crisis para los más débiles, pensionistas, parados, discapacitados... Que nos den ejemplo de austeridad nuestros gobernantes y que si no tienen otro modo de superar la situación, que se retiren.

¿Quién nos va a defender de estos atropellos? ¿Tendremos que salir a la calle con nuestros hijos?

Animo a todos los padres y madres afectados a que estén al tanto de cualquier actividad que pueda surgir al respecto y, como primera medida, que no malgasten su voto en contra de nuestros hijos-hijas.

Mila esker.