Monti anuncia una reunión con Merkel y Sarkozy tras lograr el aval parlamentario
El primer ministro italiano, Mario Monti, que ayer consiguió el definitivo aval del Parlamento a su Gobierno, se reunirá el martes con los representantes de las instituciones comunitarias en Bruselas para explicarles sus planes de reforma y el miércoles mantendrá un encuentro con Nicolas Sarkozy y Angela Merkel. Monti, que pidió a las fuerzas política que no den «confianza ciega» a su Ejecutivo, exigirá «sacrificios» para salir de la crisis a quienes «han dado menos».
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La Cámara de Diputados de Italia aprobó ayer el voto de confianza definitivo para el recién constituido Gobierno italiano, formado íntegramente por tecnócratas y presidido por el ex comisario europeo Mario Monti, quien anunció ante la Cámara Baja que la próxima semana se reunirá con Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y probablemente con José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, además de con los mandatarios francés, Nicolas Sarkozy, y alemana, Angela Merkel, para explicarles sus planes de reforma. Desde ahora, dijo Monti, Italia formará parte «permanentemente» de las reuniones que mantienen Alemania y el Estado francés para solucionar los problemas de la zona euro.
Una vez lograda la confianza parlamentaria, el jefe del Gobierno italiano, que también será el titular de Economía, deberá pasar del ritmo del sprinter al del maratoniano porque ahora queda por hacer el trabajo más duro: la adopción de las medidas concretas anticrisis.
Durante su intervención antes de la votación, en la que obtuvo 556 votos a favor y 61 en contra, el primer ministro declaró que el deber que se la encomendado de sacar a Italia de a crisis de deuda «es casi imposible», pero aseguró que el país «lo conseguirá». Señaló que la misión de su equipo será «intensificar y enriquecer la recuperación e impulsar el crecimiento» y precisó que «al final estaremos contentos si hemos ayudado a acrecentar la confianza en las instituciones».
Su tarea más urgente será restaurar la credibilidad de Roma en garantizar una gestión rigurosa de las finanzas públicas, pero una segunda fase no menos importante será la de poner en marcha una vasta «modernización de las estructuras económicas y sociales».
Sacrificios
Mario Monti subrayó que intentará que los «sacrificios» que Italia tenga que hacer se exijan «a las categorías que hasta ahora han dado menos en términos de contribución a la recuperación».
Con la confianza del Parlamento, el Gobierno de Monti, formado por doce ministros más otros cinco sin cartera, podrá comenzar su difícil andadura para sacar a Italia de la grave crisis económica en la que se encuentra sumida.
El jefe del Gobierno aclaró que su mandato durará sólo hasta que dure la confianza otorgada, es decir, hasta el final de la legislatura, prevista para 2013, y pidió a las fuerzas políticas que no den a su Ejecutivo una «confianza ciega, sino vigilante».
Al igual que en el Senado, la Liga Norte, socio del Ejecutivo de Silvio Berlusconi, fue el único partido que se opuso a la constitución de este Gabinete, creado en menos de una semana.
Sin embargo, esa casi unanimidad puede ser temporal ya que el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PdL), podría estar tentado a retirarle su apoyo, dentro de tres meses, cuando se hayan «echado todas las castañas al fuego» para resolver los problemas más urgentes, según los medios italianos.
«En menos de una hora (lo que duró su discurso ante el Senado), Mario Monti ha puesto fin a una época que ha durado 17 años» desde la llegada a la política de Berlusconi en 1994, señaló el diario «La Repubblica».
Monti insistió en que su mandato durará sólo hasta que dure la confianza otorgada, es decir, hasta el final de la legislatura, previsto para 2013, y pidió a las fuerzas políticas que no den a su Ejecutivo una «confianza ciega, sino vigilante»
El ex primer ministro Silvio Berlusconi ha reconocido que en el Gobierno de Monti, «impuesto» por Giorgio Napolitano, hay «una gran profesionalidad» con ministros «competentes en la materia de la que se deben ocupar».
La presencia de varios católicos influyentes en el Gobierno liderado por Mario Monti, que fueron elegidos por el primer ministro -él mismo católico practicante- por su experiencia, no significa, según aseguran los expertos, el retorno de la democracia cristiana al poder en Italia, donde gobernó la mayor durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX.
Entre esas destacadas figuras resalta la presencia de Andrea Riccardi, fundador de la influyente comunidad católica laica de San Egidio, comprometida desde hace 40 años en mediaciones de paz y diálogo interreligioso en el mundo, que fue nombrado ministro de Cooperación Internacional e Integración. El Ministerio de Cultura estará en manos del Lorenzo Ornaghi, rector de la Universidad Católica de Milán, y el de Sanidad, en la de Renato Balduzzi, presidente del movimiento de diplomados católicos MEIC.
Para el vaticanista del diario «Il Fatto Quotidiano» Marco Politi, que resalta la «contribución» de la cultura católica en momentos de crisis, la presencia de estas figuras en el Ejecutivo «es también una revancha, porque en el Gobierno (de Berlusconi) formado en 2008, no había católicos en los ministerios», y destaca que los tres son, ante todo, «personas preocupadas por el bien común y las necesidades de los más necesitados».
«No se trata de demócratas cristianos», sino de personalidades católicas que destacan por su competencia, señala Marco Tosatti, otro vaticanista de «La Stampa», quien dice que la confesionalidad no se ha tenido en cuenta y que la Iglesia católica no ha tomado parte, aunque sí ha recibido de forma positiva al nuevo equipo después de que se distanciara de Silvio Berlusconi en los últimos meses. GARA