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Alain Touraine | SOCIÓLOGO FRANCÉS

«Si no hay una reconstrucción social y política, no resurgirá la economía de la UE»

Dentro de las jornadas «El grito de la calle. Kalean garrasia», que organiza La Alhóndiga de Bilbo, Alain Touraine analizó «La doble crisis: la crisis política en la crisis económica». El sociólogo francés declaró a GARA que en los próximos diez años «esta crisis se notará» y que «la socialdemocracia está sobrepasada». Fue tajante al decir que «no veo un país en Europa capaz de reconstruir esta situación».

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Juanjo BASTERRA |

Analizó la crisis económica en Bilbo y recordó que es necesaria la transformación social. El sociólogo Alain Touraine reconoció que ni Nicolas Sarkozy ni François Hollande actúan en la dirección adecuada para responder a la crisis económica. Tampoco ve «un proceso de reconstrucción» en el Estado español en el caso de que Mariano Rajoy (PP) llegue a la presidencia del Gobierno español.

¿Será difícil de superar la crisis económica actual en la UE?

Será sumamente difícil evitar una catástrofe. No hay que ser suave en la descripción y en el análisis de esta crisis. La situación es grave para casi todos los países. Ha habido casos excepcionales, tipo Grecia e, incluso, Italia, pero el resto de países, encabezados por Alemania y Holanda, están amenazados. No hay una diferencia enorme entre España y Bélgica en la evolución de la crisis. Sin olvidarse que hay países que no son de la zona euro, como Gran Bretaña, que no es poca cosa, que está muy mal.

¿Por qué lo dice?

En mi opinión, sigue un camino muy peligroso. Inglaterra tiene tanta responsabilidad de la crisis de 2008 como Estados Unidos. Además, tiene una sola meta como es la reconstrucción del poder de la City. Es el único país que dice que hay que dar prioridad al capital financiero, mientras que los demás dicen que hay que evitarlo, junto a las consecuencias dramáticas que conllevaría. Es preocupante.

La población europea, ¿saldrá más empobrecida de la crisis, con mayor desigualdad social y con menos salarios?

Todo apunta a esa dirección que usted plantea, pero dependerá del ritmo en que se aplique.

Quienes están en la pobreza, ¿van a estar peor, porque, además, los gobiernos están ajustando el gasto en prestaciones sociales y en presupuestos porque dicen que no tienen disponibilidad económica?

En el momento actual, con un 22% de paro en España, evidentemente hay sufrimiento. No hay trabajo. Según los cálculos que hay, un país como Italia se piensa que durante diez años no tendrá un crecimiento suficiente. Yo extendería esa reflexión al conjunto de Europa. En esta próxima década tendremos grandes dificultades. El problema es obvio, es saber si en una situación crítica como ésta hay una reacción social y política que, hasta la fecha, no ha existido. Antes del 2007, en mi país [Estado francés], había bastantes movimientos sociales contra la deslocalizaciones empresariales y en contra del cierre de las industrias. Pero después de 2008, se hizo el silencio. Hemos sufrido un golpe en la cabeza que nos ha paralizado. Sitúo el problema en conocer si realmente hay una reconstrucción social política, como condición previa para una reconstrucción económica.

¿Se producirá a corto plazo?

En muchos casos, no será así. En el caso español, por ejemplo, la victoria que aparentemente será muy fuerte o aplastante del PP no indica un proceso de reconstrucción, más bien diría que está garantizado que se incorporará la crisis económica dentro de la vida política estatal. España no me parece estar directamente amenazada, pero tiene ya suficientes problemas como para imaginarse una reconstrucción política y social.

En el Estado francés, antes del estallido de la crisis, Nicolas Sarkozy ya puso en marcha recortes sociales y laborales. ¿Se esperan nuevas actuaciones restrictivas para el conjunto de la población francesa?

Primero hay elecciones dentro de cinco meses.

¿Por eso no ha planteado nuevos recortes sociales?

(Se ríe). No puedo decir lo que vaya a pasar. En el momento presente, Nicolas Sarkozy pierde las elecciones. Pero, ¿dentro de cuatro meses? No lo sé. Hay una reacción, en cierta manera, porque lleva casi cinco años de presidente. Es normal que la opinión pública esté en contra del presidente francés, de la misma manera que le ocurre a José Luis Rodríguez Zapatero. Ése, de todas maneras, no es el problema central. Me refiero al estar en contra de la persona o el partido, sino a favor de una solución que permita la reconstrucción social. Ahí se debe situar la reflexión que deben hacer.

¿Ve a alguien capaz de liderar esa reconstrucción social?

En mi opinión, en el momento actual, no. En el caso francés, se mantiene una visión socialdemócrata que está superada frente a una crisis tan fuerte. 50 años atrás se lograron grandes transformaciones, ahora no tiene capacidad de acción y de transformación social. Veo un caso interesante de estudio en Italia, porque unos meses atrás hubo elecciones con sorpresas, porque en Milán y Nápoles, ganaron grupos de la oposición, partidos no democráticos, por personalidad más radical. Ése es un problema que tenemos en Europa, y nadie parece hacer nada. No creo que la música liviana de la socialdemocracia sea suficiente para dar una respuesta tal como la que conocemos. Hay un caso muy visible porque François Hollande [secretario general del Partido Socialista Francés] no ha hecho ninguna propuesta real. Ha planteado dos o tres medidas que son ridículas, que indican una visión muy superficial de los problemas.

¿Es pesimista a la hora de encontrar ese mecanismo de respuesta?

Por el momento, no veo países en Europa con capacidad interna de reacción y de combate contra esta situación. Se están defendiendo, no contraatacan. El caso italiano era el más claro, porque en tres o cuatro años el Gobierno de Berlusconi no había hecho nada. Pero ha tenido que ser Bruselas quien haya impuesto un Gobierno reformista y transformador, más que las posibilidades italianas porque el patio interno no alcanza a utilizar todas las posibilidades democráticas.

¿Es positiva la intervención a su juicio?

La intervención de Europa ofrece un aspecto muy positivo. En pocos meses el BCE ha ampliado su papel y se ha creado un fondo de estabilidad financiera de los estados amenazados.

¿Ha tardado la reacción, que tampoco es muy directa?

Creo que esta crisis demuestra por qué es una crisis internacional, pero que se ha transformado en crisis nacional. Ha demostrado que frente a una crisis internacional, los estados no han tenido ni tienen capacidad de elaborar una respuesta adecuada. ¿Qué hicieron los estados a partir del 2008? Se endeudaron para evitar un choque social. No hubo choque social en 2009, pero sí que se encontraron los estados con un endeudamiento doble de lo que era cinco o diez años atrás. El problema siempre fue que el hecho principal fue una crisis internacional que ha destruido la capacidad de reacción político social de los estados europeos. De la situación actual vemos que, desde arriba, Europa ayuda enormemente a los países más afectados. Se han salvado dos, tres o cuatro situaciones difíciles. Por otro lado, desde abajo hay movimientos de indignados, o cualquier otro nombre que se utilice, en muchos países del mundo. El problema es que entre los dos hay un hueco, un espacio político todavía vacío.

¿Cuál es la solución a su juicio?

Si no se realiza la reconstrucción político y social, no hay solución económica, salvo una que vendría totalmente desde arriba, aunque es imposible, porque la capacidad financiera de Europa no puede ayudar a toda Europa ante el aumento de una complicación económica. La situación será más que difícil sin esa reconstrucción.

¿Algún país europeo está mejor que los demás para protagonizar la reconstrucción que dice?

Por el momento, no veo país en Europa que tenga esa capacidad de reconstrucción. Es obvio que hay grandes diferencias, que ningún país tiene el desempleo de España, pero en el total, si tomamos indicadores en algunas cosas de España, está mejor que Francia e Italia, pero cada país tiene puntos débiles. En conjunto, no encuentro que haya una capacidad de elaborar una política social nueva, si no hay formación de actores sociopolíticos nuevos. A mi juicio, si no se crean tales actores, habrá una catástrofe económica.

¿Estamos perdidos?

No hay solución puramente económica. Por el momento, la gente más pobre es la que más está sufriendo. En Europa hay redes del famoso Banco Goldman Sach que actúan en dirección contraria a la dirección de Europa para mantener la crisis económica como sea, porque se beneficia. Europa está aportando un papel positivo en el momento actual, pero Goldman Sach, negativo y de destrucción del capital. Desde 2008, se han producido varias crisis, desde las subprime, luego la crisis financiera y en 2010, la crisis económica y monetaria. Es cuando se ha producido el estancamiento de todos los países. El problema fue que en 2009 mucha gente nos dijo que estábamos saliendo de la crisis. No hemos salido de esta situación crítica y estamos peor que al comienzo de la crisis. Es obvio.

 

diez años

«Será sumamente difícil evitar una catástrofe. La situación es grave. En esta próxima década, tendremos grandes dificultades como consecuencia de la crisis actual»

GRAN BRETAÑA

«Tiene tanta responsabilidad en la crisis de 2008 como Estados Unidos, sólo busca la reconstrucción del poder de la City»

 
REACCIÓN

«La crisis internacional ha destruido la capacidad de reacción de los estados europeos, sobre todo»

«Existe el riesgo de una contrarrevolución social si se agrava la crisis económica»

¿Los especuladores financieros pueden humillar y doblegar a gobiernos democráticos, como ha pasado con Papandreu o Berlusconi, aunque no sean de nuestro agrado?

Así se ha producido. El caso griego estaba casi perdido desde el comienzo. Porque Grecia es un país casi totalmente dominado por los grupos de interés, básicamente de la marina mercante, que en Grecia, que es la fuente mayor de recursos, no paga impuestos. Tampoco paga impuestos la Iglesia Ortodoxa. Las cifras que dio Grecia para entrar UE fueron falsas. Los griegos han sufrido enormemente, por la irresponsabilidad política. Entró en Europa, porque la gente dijo que era imposible construir una Europa sin el país de Aristóteles o Pericles. Los gobiernos griegos actuales no hicieron esfuerzos, se endeudaron de forma irracional.

¿Es necesaria una revolución social ante tanta indignación?

La experiencia de 1929 con la crisis más grande que se ha producido nos dejó algunas enseñanzas. Antes de todo, existen riesgos de contrarrevolución. De hecho el «nazismo» llegó tras esa crisis. El movimiento sociopolítico más fuerte en Europa en este momento es la xenofobia y el racismo. Hay partidos de éstos en la mayoría países europeos, no sólo en Francia y Austria, sino países del norte europa.

¿El estado de bienestar de la UE está en peligro?

No, al contrario. La UE ha progresado en los últimos seis meses como no había progresado en veinte años. Ha habido una intervención creativa. Ha sido capaz de poner mil millardos de euros en unas semanas, lo que parecía imposible para salvar a estados de la crisis. Es positivo, pero debo decir que la UE también paga una política irresponsable que se practica en diferentes países.

¿Es partidario de que los que más tienen paguen más, para que las arcas públicas tengan más ingresos tributarios?

Sí. Es normal. En una situación crítica tiene que ser así. De hecho, hay personas con enormes cantidades económicas que quieren contribuir más en Italia, en Estados Unidos y, seguro que también en otros países. Juanjo BASTERRA

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