Pese a la semana de aplazamiento que las empresas le concedieron el jueves, que Aimar Olaizola pueda estar al 100% en la final del día 4 de diciembre es una quimera. Iñigo Simón, médico de Asegarce, es consciente de que la fisura del dedo corazón de su mano izquierda no estará plenamente recuperada para el día del enfrentamiento ante Martínez de Irujo, pero confía en que, descansando hasta el martes o el miércoles, la evolución de la lesión permita al pelotari soportar el dolor de golpear la pelota y realizar varias sesiones para preparar la final.

Ante la pregunta clave de si Olaizola II estará para la nueva fecha, el médico gasteiztarra fue claro en declaraciones a Radio Euskadi. «No tenemos más remedio que estar, así que estará. Su evolución ha sido a peor hasta el miércoles, que es cuando terminó de producirse todo el proceso inflamatorio y tiene que empezar a mejorar porque lo demás le va a explotar el dedo. A ver si la semana que viene puede empezar a tocar la pelota el martes o el miércoles, así nos daría tiempo para que se acostumbre al dolor y a entrenar un poco», señaló.

Las primeras sensaciones el domingo tras el partido ante Barriola eran mucho más optimistas, el propio pelotari era el primero que quería jugar el día 27, pero al final no ha sido posible. «El caso es que ha sangrado un poco más de lo que esperábamos. Ahora lo tiene un poco mejor, pero ha tenido el dedo tan dolorido que era imposible colocarle ningún tipo de protección, por lo que no ha habido más remedio que aplazar un poquito el partido», agregó.

Sesión física

Ante la imposibilidad de golpear la pelota con su zurda, Aimar Olaizola aprovechó el día de ayer para darse una exigente vuelta por el monte, con tal de no perder el tono físico.

De cara a los entrenamientos y la final, lo más probable es que tenga que jugar con una férula de protección, algo que ya han hecho varios de sus compañeros. Abel Barriola, Titín III, Oinatz Bengoetxea, Zubieta y Gonzalez son algunos de los pelotaris que ya han probado con éxito esta protección.