El CNT detiene al jefe de los servicios secretos de Gadafi y evita al TPI
Un día después de la detención del hijo de Muamar Gadafi Saif al Islam, milicias del CNT arrestaron al jefe de los servicios secretos bajo el régimen de Muamar Gadafi, Abdala Al Senusi. Ambos son reclamados por el Tribunal Penal Internacional de la Haya por «crímenes contra la humanidad», pero las nuevas autoridades quieren juzgarlos en Libia y sostienen que ofrecen garantías necesarias para un juicio justo.
GARA |
El jefe de los servicios secretos bajo el régimen de Muamar Gadafi, Abdala Al-Senusi, fue detenido ayer por fuerzas de las nuevas autoridades. Bechir al-Uidat, jefe del consejo militar de Wadi Chati (en el sur), precisó que Senusi fue detenido por brigadas de antiguos combatientes en la zona. Añadió que «fue detenido en casa de su hermana en Al-Quira, no opuso ninguna resistencia» y no iba armado.
Al igual que Saif al-Islam Gadafi, detenido en la noche del viernes, Senusi es reclamado por el Tribunal Penal Internacional de la Haya por crímenes contra la humanidad. Pero el CNT se mantiene reacio a entregarlos a esta instancia internacional. A Al-Senusi se le considera el brazo derecho de Gadafi y organizador de la represión de las protestas que desembocaron en la rebelión armada
Cuñado de Muamar Gadafi, también fue condenado en ausencia a cadena perpetua por el tribunal de apelación de París en 1999 acusado de estar implicado en el atentado contra un DC-10 de la compañía UTA en 1989, que causó 170 muertos.
Juicio en Libia a Saif al Islam
A la vez que detenían a Al Sennusi, las autoridades libias anunciaron que juzgarán a Saif al-Islam en Libia, a pesar del mandato de arresto del TPI. «La decisión es que se juzgará ante los tribunales libios. Es una cuestión de soberanía nacional», declaró el portavoz del CNT Abdelhafidh Ghoga. Su detención encendió manifestaciones de alegría en las calles libias, pero también ha hecho aparecer las grietas en la relación entre el nuevo régimen y la comunidad internacional que pretende reforzar la legitimidad de las nuevas autoridades con un «juicio justo» en la Haya.
«Queremos que el proceso de Saif al Islam tenga lugar en Libia, porque la justicia local es la regla y la justicia internacional la excepción» afirmó el ministro de Justicia libio, Mohammed al-Allagui. «Tenemos las garantías necesarias para un proceso justo, en particular tras la enmienda de una ley que garantizar la independencia de la justicia en relación al Ejecutivo», aseguró. Desde Amnistía Internacional y Human Rights Watch, por el contrario, se llamó al CNT a que entregara al prisionero a La Haya. El TPI también recordó la obligación de Libia de entregar a Saif al Islam, y de cooperar «tanto en lo que respecta a la detención como a la entrega de las personas reclamadas por el tribunal», indicó el portavoz de la secretaría del TPI, Fadi el Abdallah.
Si las autoridades libias abrieran una investigación contra los detenidos por los mismos crímenes de los que le acusa la TPI, tendrían que recusar la competencia de este tribunal para juzgar al hijo de Gadafi y los jueces se pronunciarían a favor o en contra de esa moción.
Mientras tanto, permanece en manos de combatientes del nuevo régimen en Zenten, a 170 kilómetros al sur de Trípoli, donde sus captores aseguraron tratarlo «de acuerdo a las leyes internacionales». El CNT quiere evitar que se repitan la escenas de la muerte de Muamar Gadafi y su hijo Mutasim, linchados tras ser capturados vivos el mees pasado. Los miembros de la brigada que lo capturó en la madrugada del sábado en al región de Wadi al-Ajal (sudoeste) relataron que le tendieron una emboscada cuando se encontraba con cinco colaboradores armados y que se vieron «sorprendidos por su calma y coraje. No tuvo realmente miedo. Nos pidió que le disparáramos una bala en la cabeza», relató Al-Ajmi al-Atiri, jefe de la brigada.
En las imágenes que han ofrecido sus captores, se le ve con barba y tres dedos vendados. Según los militares del CNT, las heridas en los dedos son consecuencia de un bombardeo de la OTAN cuando dejó la localidad de Bani Walid.
El vicepresidente y portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT) Abdelhafidh Ghoga, anunció ayer que el anuncio de la formación del nuevo Gobierno se retrasaba de 48 horas como máximo. «Estaba previsto que (el primer ministro interino) Abdel Rahim al-Kib presentara hoy su gobierno.
Pero pidió al CNT un aplazamiento máximo de 48 horas, explicó Ghoga en una conferencia de prensa. La detención de Saif al Islam ha cambiado los planes de Al-Kib. Ghoga aseguró que el anuncio del Gobierno transitorio se hará «en los plazos» fijados por una declaración constitucional redactada por el CNT, es decir, a más tardar un mes después de la «liberación» del país, declarada el pasado 23 de setiembre.
Algunos analistas creen que la detención del último miembro de la familia Gadafi perseguido por el nuevo régimen en territorio libio puede dar inicio a divisiones entre las fuerzas que hasta ahora permanecían unidas.
Tres de sus hermanos han muerto durante el conflicto, mientras que los otros hijos del antiguo dirigente encontraron refugio en Argelia y Níger. Kib pidió que se deje a las autoridades y al pueblo libio «disfrutar» de la detención de Saif, intentando al mismo tiempo minimizar su importancia. «No se daba ninguna importancia a esta persona», dijo.
Las autoridades libias también desmintieron que la milicia que lo detuvo se negara a entregarlo al CNT y afirmaron que permanece en la localidad de Zenten y que será el nuevo gobierno el que decida sobre el arrestado. GARA
«Ningún libio será juzgado fuera de Libia», aseguró Abdelhafidh Ghoga en referencia a la orden de detención del TPI contra Senusi y Saif al Islam. El fiscal general del TPI, Luis Moreno Ocampo, viajará a Libia esta semana.