Lagun Aro GBC da la cara ante el Real Madrid
Dignidad de sobra, pero sin premio
Los de Sito Alonso ganaron tres de los cuatro cuartos, pero les pesó en exceso su pésimo inicio. Mirotic apuntilló a los donostiarras en los minutos finales.
REAL MADRID 82
LAGUN ARO GBC 74
Arnaitz GORRITI
Si Lagun Aro GBC tenía como objetivo mantener la dignidad tras su visita a la cancha del Real Madrid, Sito Alonso y los suyos pudieron volver a Donostia más que satisfechos. No obstante, eso no tapa que, aparte de dignos, los guipuzcoanos fueron competitivos, pero les faltó un poco de, precisamente, espíritu competitivo para tumbar a un Real Madrid que tiró de amplitud de recursos para quedarse con la victoria.
Y eso que el arranque del partido no invitaba a la esperanza. En un abrir y cerrar de ojos, los de Pablo Laso se adelantaron 11-0 gracias a la capacidad distribuidora de Rudy Fernández, capaz de sumar seis asistencias y aun así, ser el máximo anotador de los madrileños, con 13 tantos -el escolta balear sumaría una valoración total de 23 y su equipo obtendría una renta de 28 puntos en los 28 minutos que estuvo en pista-. Así las cosas, y más teniendo en cuenta que Fernández sólo cometió una falta, cuesta entender por qué Pablo Laso lo tuvo 12 minutos en el banquillo; minutos donde, por sistema, Gipuzkoa Basket logró remontar. Otro balear, Sergi Llull, rompía una y otra vez a un Raulzinho Neto que, pese a sus números, no cuajó un buen partido, y Baron empezaba con sus problemas de faltas. Para cuando acabó el primer período, el luminoso marcaba un 25-12 que amenazaba con ser el preludio de la paliza del siglo.
La reacción llega desde Bilbo
Pero todo cambiaría a partir del segundo cuarto. Javi Salgado entró en la cancha y, con él, llegó algo de mesura. Asimismo, el «búho» Jimmy Baron comenzó a atinar sus «misiles» desde más allá de siete metros, mientras que el cuadro merengue se tomaba un respiro. El base de Santutxu atinó, además, a conectar el juego exterior con el interior, haciendo que Adeleke y Lorant aportaran mucho más que unos desaparecidos Betts y Doblas -cero puntos entre los dos pívots, que cuajaron una actuación lejana a su nivel, y una valoración conjunta de -9-.
Y sin embargo, el verdadero protagonista de esta parte del choque no venía de Donostia, sino de Barakaldo. El colegiado vizcaino Francisco Javier Kiko De la Maza tuvo un extraño arranque que lo llevó a coser a faltas al Real Madrid, especialmente a unos martirizados Sergio Rodríguez y Carlos Suárez. Una técnica pitada al Chimpa Suárez fue el punto culminante de la remontada donostiarra, que con un parcial de 4-20 lograba voltear el resultado, 29-32. La lástima de esta locura transitoria fue el sinnúmero de tiros libres errados de los de Sito Alonso -al final acabarían con un digno 14 de 19, pero en ese segundo cuarto apenas si llegaron al 50%-.
El retorno del «dúo balear» junto a Tomic resultó providencial para los locales -aparte de que el trío arbitral realizó un «lógico» trabajo compensatorio. Así las cosas, con 49-39 al descanso, y con jugadores como Panko desaparecidos en combate -aunque tuvo buenos minutos cuando le tocó emparejarse con pocius, al que sometió a un ininterrumpido acoso a base de meterlo continuamente en el poste bajo-, parecía que el «arranque» donostiarra iba a desaparecer para no regresar ya nunca más.
Mirotic evita la sorpresa
Convencidos de que ganarle al Real Madrid no era imposible, los donostiarras se aferraron al partido tras el regreso de los vestuarios. Y gracias a esa convicción, con un Panko de regreso a la línea del frente, una leve racha de un Sergi Vidal inferior al de otros días, y con Salgado como capitán, Gipuzkoa Basket supo aguantar las embestidas lideradas nuevamente por Rudy Fernández.
Así, tras ganar nuevamente el tercer cuarto -66-57 al final del tercer período-, los guipuzcoanos apretaron el marcador hasta un 68-65 esperanzador, después de un triple de Panko para acabar un contragolpe.
Pero ahí se agotó el ímpetu donostiarra. Nikola Mirotic reclamó su sitio como protagonista con varias canastas de mérito, mientras que el acierto de los de Sito Alonso, agobiados por las prisas, terminó por agotarse. Al final, la dignidad quedó intacta, pero éste se quedó sin premio.
Después de un inicio calamitoso, la entrada de Javi Salgado y Kenny Adeleke resultó vital para la reacción donostiarra. El de Santutxu dirigió con tino, mientras que el pívot aportó defensa, rebotes y hasta 12 puntos.
«Estoy contento con el trabajo de los jugadores, pero no hemos podido dar el último empujón», reconocía sito Alonso al término del encuentro.
El técnico de Monzón lamentó que «hemos salido esperando a ver si ellos fallaban por sus propios medios en lugar de jugar mucho más fuerte en defensa. A partir de ahí, nos hemos quitado la tensión y nos hemos enganchado al partido», subrayó. Con todo, Alonso quedó disconforme con el «balance defensivo» a la hora de «impedir las contras del Real Madrid» y de la «falta de control del rebote».
Asimismo, tuvo grandes palabras para Adeleke. «Kenny ha sabido hacer lo que sabe, y con su actividad y gracias a él nos hemos metido». A. G.