Alguien nos recuerda que hoy, día 21-N, «hay que retrasar los relojes y los calendarios hasta el año 1996». ¿Tan cerca? Ayer era el Día Mundial del la Infancia y los datos que se nos ofrecían eran tristemente desgarradores. El futuro de los niños, los jóvenes, los maduros, los ancianos está más gris que nunca. Existe solamente una esperanza: la independencia., aunque resuene la pregunta de Lenin, Independencia (Libertad dijo él), ¿para qué? O, ¿cómo se puede lograr una independencia en este mundo tan globalizado, en esta Europa tan regresiva, en donde se saltan todos los conceptos democráticos para entregar los gobiernos a tecnócratas que han sido (y son) empleados de los bancos y que su tendencia hacia la extrema derecha es más que una sospecha, una traición al designio de las urnas en sus países?

Seguro que hoy es el primer día de una nueva lucha contra la estulticia, por la liberación, por los derechos democráticos básicos. Es la epifanía de unos nuevos tiempos de compromiso, de defensa de lo logrado y de pelea por lo que se nos ha negado. En las televisiones que nos rodean se van a notar cambios sustanciales y se supone que a peor, o a mucho peor. Sabiendo que ETB está a la deriva, en una operación desde la inútil y partidista dirección encaminada al desmantelamiento de cualquier signo de identidad propia, veremos como algunos de la facción franquista de la TDT pedirán su recompensa e irán apareciendo en programas, direcciones de informativos en TVE en un descenso a los infiernos de la manipulación y la desinformación.

Si ya sabemos que los anunciantes, como los mercados o la prima de riesgo, quieren poner o quitar programas con sus renuncias o protecciones; la televisión en su conjunto, con una crisis galopante en muchas de las cadenas y cadenitas, se va a convertir en residuales muchas de ellas, y la lucha por las audiencias va a ser una merienda de blancos ejecutivos a la brasa de los resultados diarios. Todo puede ir a mucho peor, y, sin duda, irá. Las condiciones para que ello suceda están dadas. Y existe voluntad de llevarlo a cabo. Atentos a las pantallas, que vienen curvas y todas son hacia la derecha.