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Horripilante encuentro de los rojillos

Ni un rayo los despertó de la siesta

Los de Mendilibar firmaron el peor partido casero de la temporada frente a un Rayo Vallecano que los maniató en la circulación del esférico, del que se hizo dueño y señor, generando las mejores ocasiones, aunque sin provocar excesivo peligro en la meta local.

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OSASUNA 0

RAYO 0

Natxo MATXIN

Decía el capitán, Patxi Puñal, esta semana pasada que no le gustaban los partidos a las 16.00 por aquello de que trastocaba el normal funcionamiento previo a este tipo de citas. Y algo de eso debió suceder, ya que los rojillos saltaron con la almohada todavía pegada a la cara y no se la quitaron durante los noventa minutos que duró el enfrentamiento ante el Rayo Vallecano.

Los de José Ramón Sandoval llegaron a Iruñea con la lección bien aprendida y demostraron que su magnífica línea no es fruto de la casualidad, sino de una gran puesta en escena. Lejos de saltar a comerse la hierba, máxime cuando la escuadra navarra venía de caer 7-1 en el Bernabéu, los de Mendilibar se vieron perdidos y desbordados por un rival que les maniató.

Ni siquiera en esta ocasión esa inicial oleada local se produjo. A los madrileños les costó segundos posicionarse mejor sobre el campo y, si bien en los primeros minutos hubo una concatenación de fallos mutuos, poco a poco los visitantes se fueron asentando y dejando patente su mejor trato del esférico, sin olvidarse de cortocircuitar tanto el juego aéreo como a ras de suelo de los anfitriones.

La realidad es que en esa tesitura no logró dar ni dos pases seguidos una escuadra fantasmal que fue desanimando a sus seguidores a medida que avanzaba el envite, hasta el punto que se llegó a oír música de viento cuando los jugadores se retiraron a vestuarios por primera vez. Era un Osasuna irreconocible, desfigurado en sus señas de identidad, ahogado por la presión de un adversario que impedía desenvolverse a la dupla de pivotes, cerraba sin remisión el camino a los carrileros y dejaba el quehacer de sacar el cuero a los dos centrales rojillos con todas las carencias que ello implicaba.

Por contra, aunque sin sacarle el máximo provecho a esta coyuntura, pues no estuvo acertado en los metros finales, el Rayo sí que se hizo dueño y señor de una situación que se la trabajó a las mil maravillas. Una raquítica ocasión de Nino -un disparo casi botando- fue todo el bagaje del primer tiempo, mientras que a los rayistas les faltó un pelo para adelantarse en el electrónico con las oportunidades de Piti y Movilla, la única que salvó Andrés Fernández.

Larguero... y gracias

Los silbidos de la grada y la mala imagen desplegada hicieron pensar que se haría examen de conciencia y habría reacción tras el descanso. No se produjo y, aunque pudo dar la impresión a ciertas ráfagas de que el equipo volvía a sus raíces, lo cierto es que hubiese resultado injusto que los de Mendilibar consiguiesen los tres puntos.

La maniobra del técnico vizcaino de meter en la refriega a un hombre desequilibrante como Lamah y en una posición inédita de enganche sólo sirvió para enardecer al graderío con algunas de sus arrancadas. De hecho, el balance de peligro local poco varió y sí, en cambio, el Rayo pudo matar a la contra.

Muy poco le faltó a Lass, el mejor del encuentro, para poner la pelota en la escuadra en un contragolpe llevado a la perfección por sus compañeros Tamudo y Michu a falta de veinte minutos para el final. La parte superior del travesaño escupió el cuero para respiro del graderío. Mal que pese, el punto supo a bueno, visto lo visto.

Mendilibar: «Estaban bien posicionados, el Rayo es el que mejor nos ha jugado aquí»

No se podía ocultar la realidad, el Rayo Vallecano había sido mejor equipo que Osasuna. En esa línea fueron los comentarios post partido del técnico rojillo, José Luis Mendilibar. «Han estado mejor posicionados y el Rayo ha sido el equipo que mejor nos ha jugado aquí», reconoció el de Zaldibar, para quien su escuadra «jugó como en el primer tiempo frente al Mallorca». «Si no estamos bien en cuanto a juego o tranquilidad, por los menos debemos tener un poco más de arrojo e ir a por el contrario y a ganar las segundas jugadas, pero nada de eso hemos hecho en el primer tiempo», se lamentó.

Sí que vio una ligera mejoría en los suyos tras el descanso y con algunos de los cambios. Con la retirada de Raúl García y la entrada de Lamah por detrás del delantero, el míster vizcaino buscó «crear incertidumbre», pues el internacional belga «tiene un buen uno contra uno y velocidad. Se trataba de sorprenderles con un jugador diferente al que habían marcado hasta entonces».

La estrategia no dio sus frutos, al menos en lo que al marcador se refiere, por eso el punto fue considerado suficiente botín, «ya que cuando no puedes ganar, sumar siempre está bien», aunque el preparador vizcaino admitió que los pitos que se oyeron desde la grada estuvieron justificados «porque la afición tiene razón y nos ha dado un toque de atención».

El entrenador rayista, José Ramón Sandoval, resaltó el «hambre» de los suyos, al llegar a un estadio como El Sadar «en el que los locales sólo habían perdido dos partidos en todo 2011» e impedir que los anfitriones «se encontrasen cómodos».

Asimismo, destacó el apoyo de su afición, «que se ha encontrado muy a gusto en este estadio y en las calles, como he podido ver hoy (por ayer) en la Estafeta, sin ellos no tendríamos motivos para movernos. Es importante saber que siempre tenemos a alguien detrás». N.M.

Lolo, padre de una niña, y homenaje al ex rojillo Pepín

Poco antes de que se iniciase el encuentro, Lolo, que estuvo en el banquillo, fue padre de una niña, cuyo nombre será el de Naiara. Asimismo, el ex rojillo y ex rayista Pepín recibió el homenaje del club osasunista, que le hizo entrega de una camiseta del equipo osasunista firmada por todos los integrantes de la actual plantilla.

Pleno de victorias de los equipos inferiores

Los equipos inferiores rojillos vencieron en todos sus compromisos. Los juveniles de División de Honor golearon al Arenas (6-0), mientras que el de Liga Nacional ganó con un solitario gol a la Peña Sport. Los cadetes hicieron lo propio con el Pamplona (1-3 y 11-0) y el Infantil B se impuso al Ardoi.

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